Capítulo 15.

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Libro: DUNE

"El misterio de la vida no es un problema que resolver, sino una realidad a experimentar."

La música estaba a todo volumen dentro de aquel espacio pequeño, la magia era que nadie más te podía escuchar más que tus amigos.

Juliana se encontraba en uno de los sillones que estaban allí mientras que Katherine estaba cantando, Isabella no paraba de reír pues Katherine no cantaba, estaba gritando, Janice se la pasaba riendo mientras comía botanas, Laila trataba de no reírse mientras trataba de explicarle algo a Lexa, pero parecía no hacerle caso debido a la risa de Janice que les provocaba incluso más risa que los cantos de Katherine.

—¡Yeeeaaaahhh! —gritó Katherine alzando los brazos emocionada—. La mejor puntuación, ¡traten de superarme torpes!

Katherine le dio el micrófono a Isabella quien se había animado a pasar a cantar, Janice decidió acompañarla a hacer un dueto.

Juliana miró el celular en sus manos, aún no era tan tarde, ese día había ido a visitar a Valentina, y tenía las ansias recorriéndole, quería salir de aquel karaoke para ir directo al hospital y abrir esa puerta blanca para ver a Valentina.

Pero claro, Katherine es quien la había arrastrado hacia la diversión, y no lo negaba, se estaba divirtiendo, ¡pero quería ir a visitar a Valentina! ¿qué tal si despertaba? No quería perderse de aquel momento.

—Juliana, ¿no quieres pasar?

—No gracias, prefiero escucharlas.

Juliana no era del tipo que le gustaba que la escucharan cantar, solamente lo había hecho una vez en frente de solo una persona, y esa era Valentina, ya que le había pedido que cantara una canción para ella, en su cumpleaños, claro que lo hizo en la mañana, no quería que nadie más la escuchará.

—¡Vamos Juliana! ¡Canta! —dijo Isabella mientras seguía con el micrófono en sus manos.

—¡Juliana perderemos puntos! —grito Janice enojada mientras le daba un pequeño golpe en el hombro a Juliana.

Laila y Lexa sonrieron al ver eso. Juliana se preguntaba si acaso Valentina habría escrito aquel momento en su diario, definitivamente tenía que leer el diario después.

—Juliana deberías animarte, canta un poco, todas hemos cantado menos tú, anda agarra ese micrófono y desátate.

—No me siento con el humor de cantar Laila —contestó Juliana para después darle un trago a su refresco de manzana.

—Vamos, ninguna de nosotras te ha escuchado cantar —dijo Katherine y Lexa dio un gesto de asentimiento.

—Eso no es cierto —Juliana se tapó la boca con sus manos, no tenía que decir eso.

Isabella y Janice dejaron de cantar y miraron hacia donde se encontraba Juliana, las demás hacían lo mismo, inclusive se miraban entre ellas, como si buscaran en el rostro de la otra la respuesta de la pregunta ¿a quién le había cantado Juliana?

—¿A quién le has cantado de nosotras? —pregunto Lexa al ver la confusión de las demás.

—A ninguna de ustedes —dijo bajando la mirada.

—Espera —dijo Isabella poniendo las manos en la frente de Juliana para después de sonreír—. ¿Acaso le cantaste a Valentina?

Juliana asintió con la cabeza mientras los colores pintaban su rostro de un color rojizo, no es que le diera vergüenza, era un hecho que le había encantado cantarle a Valentina, pero no quería que nadie más que Valentina y ella lo supieran, quería tener algo secreto con Valentina, claro que ya no era secreto.

Juliana entro apresuradamente a la habitación 127, cerró la puerta y después con una sonrisa miro a la chica que se encontraba recostada aun durmiendo.

Por alguna razón Juliana creía, presentía que estaba despierta, imaginaba que al abrir la puerta Valentina estaría despierta mirando hacia la ventana, y cuando ella llegará le sonreiría para darle la bienvenida.

—Valentina he llegado, te preguntarás, porque vine de esa forma, pero no te lo diré, considerándolo secreto entre las dos —Juliana tenía el nuevo libro que iba a leer, en sus manos.

Se acerco a su respectivo asiento, no había flores esta vez, Juliana sabía que Katherine no se estaba dando el tiempo suficiente para ver a Valentina. De hecho, la mayoría de las chicas estaban algo atareadas últimamente, pero claro no se olvidarían de Valentina, de eso estaba muy segura Juliana.

—Las chicas y yo fuimos al karaoke, perdón sino estuve contigo en la mañana, pero literalmente me arrastraron con ellas —Juliana se rasco la nuca—. Pero ya estoy aquí contigo, para la otra avísame sobre como canta Katherine, creí que iba a salir sorda de ese lugar, Lexa hizo llorar a Janice, dice que canta muy bonito, Isabella y Janice fueron las que perdieron más puntos, así que tuvieron que pagar la comida, Laila ahora come más gomitas que papitas, pero al menos ya no tiene ninguna cajetilla de cigarros en sus manos. No cante si te lo preguntas, sólo quería escucharlas.

Juliana no quería decirle a Valentina que había platicado con las demás sobre que había cantado para ella en su cumpleaños.

—Te tengo un nuevo libro, llevó quince de tu estantería, hasta yo estoy sorprendida conmigo misma, me emociona poder seguir leyendo para ti, pero a la vez me entristece, no quiero terminarme esos libros Valentina.

La pelinegra abrió el nuevo libro y allí se encontraba una nueva nota escrita anteriormente por Valentina.

"¿Sí pudiera describir tu vida en una canción cuál sería? Esté libro será de ciencia ficción, pero sé que te encantará, te lo recomiendo mucho Juliana, es más leámoslo juntas, mi pequeña princesa."

Juliana se sonrojo furiosamente al leer aquel apodo, sintió como las cosquillas se expandían por su vientre, era una hermosa sensación, Valentina no era de tratarla como a su pequeña y ponerle ese apodo cariñoso, siempre se la pasaba tratándola como aun igual.

—¡Valentina! —exclamo—. Un día me vas a matar de amor.

Mi Bella Durmiente |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora