Dannyelle Shelby [ Peaky Blinders]

CHAPTER XXXVII

— ¿Danny? ¿Danny? — Escucho como me llaman  y abro los ojos a poca poco. — Vienen a verte. Y vienen corriendo — Dice Michael divertido.

Me pone una manta por encima para que no pase frío y veo a Arthur llegar y ponerse delante de mí.

— ¡Oh! ¡Dios! Que bien que estas bien — Dice acunandome la cara y yo solo sonrio.

Después de unos segundos escucho la puerta abrirse.

— ¿Dónde está? — Escucho a John desde lejos.

— John... — Digo.

Veo como aparece por la puerta, tiene el pelo de cualquier manera y se le ve cansando y preocupado. Sonrió un poco y el viene corriendo.

— Danny, cariño... — Dice para agacharse delante de mí, dónde hace unos instantes estaba Arthur — ¿Estas bien? — Asiento. — ¿Si? ¿Estas bien? — Asiento de nuevo con una sonrisa. — ¡Que bien! ¡Ay, que susto Danny! ¿Seguro que estás bien? ¿No necesitas nada? ¿No quie... ? — Continuaba hablando así que lo bese. El me beso con cuidado, como para no hacerme daño aún demostrandome todo su cariño.

— ¡Danny! ¡Charlie! ¡Danny! — Escucho como alguien en la puerta nos  llaman, es papa. — ¡Oh, Charlie cariño! — Dice. Ha visto a Charlie.

Yo me separo de John y le sonrió, entonces veo a papa aparecer en el salón.

— Danny cariño... — Dice acercándose a paso rápido.

Me intento levantar y Michael, Tía Polly y Aida se ponen cerca por si me caigo o para ayudarme, pero lo consigo sin marearme.

  Y doy unos pasos hacia papa. Lo abrazo y el me abraza fuerte, por fin, es lo que necesitaba, necesitaba estar con el. La sensación con el es distinta...

— Estoy bien papa — le digo antes de que me pregunté.

— Si ... Estas bien... Estas bien... — Dice con sus manos en cada lado de mi cara y sonriendo.

— Si ... Estoy bien...

•••

Pasaron los días y todos estaban pendientes de Charlie o de mí. Habían más criadas al lado de Charlie todo el tiempo y algunas de ellas eran como la Viuda Negra, en cualquier momento te podrían matar.

Y a mi alrededor siempre tenía hombres, algunos de mi edad y otros un poco más grandes. Iban a cualquier sitio que yo fuera, incluso al lavabo pero no les dejaba pasar poniendo el pestillo.

Al principio me daba igual, me la pasaba en mi cama pero me sentía sin espacio propio, sin privacidad y muy observada.

Hasta que comencé a salir de la cama, me aburría estar todo el tiempo ahí desperdiciando mi vida y me di cuenta que esto me podría haber pasado a mí o a cualquiera de los Shelby...

— Ser un Shelby conlleva consecuencias... ¿Estas segura?

— Si. Lo estoy.

Fui a papá cansada de estos hombres y le dije que por favor me quitara tanta gente de encima.

—No.

— ¡Oh, papá, estoy bien! Parezco una famosa, es como si fuera Emma Watson.

— ¿Quién?

— ¿No sabes quién es?

— No.

— ¿No? ¿Y Harry Potter?