CHAPTER XXXIX

524 38 7
                                    

Oía de nuevo una puerta metálica y cuando abrí los ojos estaba aún en  mi prisión.

— Despierta, vamos — Dijo un polizonte con una sonrisa maliciosa.

Me levanté y me cogieron de los brazos.

— ¡Agh! — Me queje soltandome por el dolor. Tenía los brazos llenos de tonos azulados y en la barriga, sobretodo en las costillas.

Los polizontes que me tenían cogida me cogieron de más abajo y un poco más flojo, eran jóvenes y parecían novatos.

El idiota que me ha levantado fatal, abrió una puerta metálica por donde pase y oía voces muy, muy conocidas para mi.

— ¡Michael! ¡Michael! — Escuchaba gritar a Arthur

— ¡Arthur! ¡Arthur! — Escuchaba gritar a Michael.

Los vi a los dos forcejeando para juntarse.

— ¡Arthur! ¡Michael! ¡Chicos! — Gritaba forcejeando yo también.

— ¡Danny! ¡Danny! — Gritaron los dos al verme.

— ¡Soy el puto John Shelby! — Grito alguien, John desde lejos acompañando con un ruido de metal. Se me salían las lágrimas, hacía mucho que no les veía.

Hace como dos semanas que nos tienen separados en nuestras celdas. No sé porque ni lo quiero saber, verlos fue esperanzador, ya que al no tener noticias de ellos llegaba a un punto donde pensaba que les había pasado cualquier cosa, incluso la muerte.

Miraba a Michael que lo tenía delante de mi, separado por unos barrotes y entonces miré a mi lado, John me miraba y yo le mire.

— John... Por dios...— Dije mirándome y salir corriendo a abrazarlo. Los polizontes nos dejaron ¡Que raro!

Entonces después de 5 segundos me cogieron  de nuevo separándome de John, empezamos a forcejear y vi que Michael y Arthur ya no estaban ahí.

Nos llevaron delante de una puerta metálica, donde estaba dibujada una cuerda en ella. Estaban todos, Michael, Arthur, John y yo.

Abrieron la puerta y a Michael se le cambió la cara ¿Que pasa? ¿Que pasa?  Me acercaron y mi cara fue la misma que Michael. ¡No! ¡NO! ¡NO

Era una sala amplia blanca y entraba luz por las ventanas. Pero habían 4 cuerdas colgando... Esto solo puede significar una cosa.

En el primero a la izquierda pusieron a Arthur, a su derecha a Michael, a su derecha me pusieron a mi y a mi derecha a  John.

Estaba como en shock no podia creer que vaya a morir. Soy muy joven y no le he llegado a decir a John que le quiero con locura. Pensaba que papá sería capaz de ayudarnos ¡Lo dijo! ¡Lo prometió!

Uno de los polizontes se puso al lado de una palanca mirando a cada uno de nosotros.

— Esa es la palanca que nos llevará al infierno. — Dice el poli.

Escucho la respiración de Michael cuando ya tenía la cuerda alrededor de mi cuello. Su respiración era muy sonora, estaba cagado.

— En el frió invierno— Dijo John.

— En el frió invierno — Dijo más flojo Arthur.

— En el frió invierno— Dije sin creerme que iba a morir.

Se me venia todo de recuerdos a la cabeza, con Arthur, con Michael, con Aída, con Lizzie, con Tía Polly, con el grupo de los Peaky Blinders, con Grace... Con papa... Y con John ...

Dannyelle Shelby [ Peaky Blinders]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora