Dannyelle Shelby [ Peaky Blinders]

CHAPTER XXXX

— Danny —Dice John medio susurrando.

— ¿Mhm? — Digo adormilada.

— Levanta.

— ¿Por? — Pregunté dándome la vuelta en la cama.

— Te voy a llevar a un sitio.

— ¿Ahora? ¿Ahora, inmediatamente? — Pregunto irritada. ¿Enserio? No tendrá horas el día.

— Si, ahora dormilona pesada. Levanta.

— Si, mi lord. — Digo abriendo un poco los ojos para tirarle un cojín. El lo coge.

— No empieces que vas a perder, Dann — Dijo John con una sonrisa. Me levanto sonriendo porque sé que es verdad pero mi ego no me permite decirlo.

Mi mirada viaja por todo su cuerpo, solo lleva un pantalón y gris.

— ¿Que miras FBI? — Me pregunta tirándome el cojín.

— Lo feo que eres — Digo cogiendo el cojín y dejándolo en la cama. Camino sonriendo al armario .

— ¡Ja! Será eso — Dijo después de reírse.

— Si no te lo quieres creer... Es cosa tuya.

Cojo la ropa y veo que no tiene intención de irse, así que me cambio delante y hago la cama. El comenzó a hablarme de algunas ideas pensadas para la nueva casa.

— Me parece genial — Digo.

— ¿Enserio?

— Claro. ¿Porque no?

— No... Nada — Dice sonriendo. Me acerco a el, pongo mis manos una a cada lado de su cara y le doy un gran beso. El pone sus manos en mis cintura y noto el calor que me transmiten sus manos. Le miró una vez que me he separado y le sonrió. Le doy otro beso corto y me separo para acabar de prepararme en el lavabo.

•••

— ¿Hemos llegado? — Digo.

— No.

— ¿Y ahora?

— No, Danny — Dice cansado.

— ¿Y en dos minutos? — Digo.

— Nooooooo.

— ¿entonces cuando? Creo que te he dicho todas las horas del día.

— Ahora.

— ¡Oh! ¿Ya? — Miró a mi alrededor. Es una calle más de Birmingham. ¿Como?

— Vamos, baja.

Bajo y le sigo. Me coje de la mano y me lleva a una especie de casa. Nos abren y veo el paraíso.

Estantes completos de libros y gente a mi derecha y arriba de unas escaleras.

— ¿Que? — Digo sorprendida. No sabia que había una de estas en Birmingham.

— Una biblioteca con cafeteria... Te lo quería enseñar para cuando comiences a corregir trabajos, si uno de los pequeños John, no te dejan puedes venirte aquí y dejarme a los niños.—Dice nervioso.

Río por lo que ha dicho y le doy un beso.

— Gracias... Gracias John, enserio. Y... Bueno, eso de pequeños Johns, ya lo veremos.