Escuché mucho ruido de rejas, abrí un ojo y vi que seguia en la cárcel, no en mi casa al lado de la chimenea con Charlie.
— Sra. Shelby, acompáñenos. — Dijo uno de los guardias de la prisión.
Me levanté y al estirarme por la mierda de cama solté un gemido poniendo una de mis manos en mi costilla. Respire hondo y fui con ellos.
Pasaba por los pasillos envuelta de polizontes y viendo como todos los prisioneros me gritaban insultos o cosas muy guarras. Daban puro asco.
Por suerte todos nosotros, los Shelby estábamos separados pero en celdas individuales y apartados de los demás.
Abrieron una puerta metálica para continuar con un largo pasillo de más y más prisiones. Todo chicos, pero está vez solo habían en mi lado izquierdo, en el derecho, habían barrotes por dónde se podía ver el otro lado del pasillo. Otro pasillo que llevaba a más y más prisiones.
Miré un momento y se me hizo ver a Michael.
— Michael... — Murmuré. — ¡Michael, Michael! — Hablé fuerte caminando hacia los barrotes.
Vi como Michael se giraba mirando a ver quién le llamaba y en cuanto me vio se soltó de los policías y se apoyó en las barras. Tal y como yo estaba.
— Danny... ¡Danny! ¡Dios mío! ¿Estas bien? ¿Est...? ¡Suéltame idiota! ¡Danny! ¡Danny!.
Grito Michael mientras se lo llevaban.
— ¡Michael! ¡Michael! — Grité yo. Uno de los policías que estaban conmigo me cogió del brazo con fuerza y continuamos nuestro camino.
El camino, me lo sabía de memòria ya. Me llevaban con un policía y un sargento para sacar información pero no pienso decir nada de nada.
Además soy muy observadora y aunque no sé a qué hora me sacan, el sol siempre está justo entrando por mi rejilla.
También observé y sabia que John y Arthur estaban por dónde vi a Michael por la izquierda y Michael a la derecha. Tía Polly, si que no la he visto en todo este tiempo y eso me preocupa.
Abrieron otra puerta delante nuestra de hierro. Y otra más a nuestra derecha. Parecía una comisaría, la zona de interrogatorios de una comisaría de un pueblo pobre. Una silla y otra silla en frente.
Me sentaron en una silla y me hicieron esperar a que llegara el policia. Y como siempre observaba todo a mi alrededor. Hay un espejo detrás de mí, que en verdad es un cristal donde no puedo ver a los de detrás pero ellos a mi, si. Saludé de espaldas y miré por el cristal que tenía delante.
Vi como el sargento Xarlothêe aparecía limpiándose las manos con un pañuelo teñido de rojo. Y segundos después como dos policías tenian uno a cada lado a alguien medio inconsciente con sangre que salia de su nariz.
— No, no, por aquí no paseis — Dijo el sargento Xarlothêe. Me levanté del asiento y fue cuando vi la cara de ese prisionero.
Una cara que había visto muchas veces y muy muy bien.
John.
— John... ¡John! ¡John! ¡John! — Gritaba pegando al cristal antibalas, que también me había dado cuenta durante estos días. — ¡John, despierta! ¡John, levanta! — Gritaba al verlo en ese aspecto.
John, me miró y vi ese brillo en los ojos de cuando me ve y esa conversación interna dentro de él. Me sonrió de lado para después abrir los ojos como platos y comenzar a hacer fuerza.
— ¡Soltarla! ¡No, Danny sal de ahí! ¡Danny! — gritaba pero le llegaron con algo metálico dejándolo ya si inconsciente. Grité su nombre todo el tiempo hasta que ya no le vi.
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Dannyelle Shelby [ Peaky Blinders]
FanfictionNo la podían cuidar de pequeña, tenían que ir a la guerra. ¿Solución? Internado. Dannyelle Shelby ya es una adolescente. Su padre, el gran Thomas Shelby va a buscarla y se une a vivir las aventuras de los Peaky Fucking Blinders, aunque algunos no lo...