Dannyelle Shelby [ Peaky Blinders]

CHAPTER XXXXII

Escucho un fuerte golpe en  la puerta que estaba cerrada y como dejo de tener peso encima, me hecho al lado apartandome de ellos, tosiendo por el dolor que siento en la garganta cada vez que intento cojer aire.

Noto como unas manos grandes se posicionan a cada lado de mi cara y luego veo la cara de papa, esos ojos azules preciosos buscando cualquier herida.

Me limpia las lagrimas que caen por mi mejilla, me esta hablando pero no le escucho, le miro pensando que casi muero, pero papa ha llegado  antes.

Miro a mi izquierda aun con las manos de papá en mí cara y veo a Michael medio sentado en la cama hablando con Arthur.

—¡Danyelle! ¡Danyelle! ¿Cariño, estas bien?—Pregunta papa. Le miro y cierro los ojos un momento. 

Dannyelle relajate

— Si... Si estoy bien—Digo con molestia en la garganta. Pongo mi mano hay y papa me quita con cuidado la mano.

—No te toques ahora, te dolera. Arthur ves a por hielo—Dice.

—Si, Thomas.  Gracias a Dios que estáis bien- dice antes de irse.

MIro a Michael que está mirándome.

—¿Estás bien?—Pregunto.

—¿ Casi te matan a tí y te preocupas por  mí? —Dice ironico.—Si, estoy bien. ¿tú?

—También.

•••

Despues de un rato, el hielo esta descongelado lo dejo en la mesa y me doy cuenta de que papá está sentado a mi lado con hojas en la mesa y con los ojos medio cerrados. Sonrio de lado.

—Papa... Papa...

—¿Mhm? ¿estás bien?—Pregunta mirandome cómo si hubiera dormido todo un mes, ni rastro del Thomas de antes.

—Si, si... Ves a casa a dormir, tienes que descansar.

—No...No Dan...

—Papa, hazme el favor.

•••

Despues de otra semana, por fin le dieron el alta a Michael. Tia Polly lo quería llevar a algún sitio, me despedí de él,  me dió las gracias y cuando Tia Polly llego me fui a casa.

Por el camino me desvié hacia un lugar que me encantaba ir, era como un bosque y arriba del todo podías ver la ciudad de lejos, me apetecía, tener tiempo para mí misma. 

Vi el atardecer y cuando quedaba poco para que el sol desapareciera, me levanté y comencé el rumbo a casa. 

Abrí la puerta y dejé los zapatos a un lado, con la chaqueta y la boina, me dolían los pies y todo.

Escuche la voz de mi padre de lejos, me acerqué para saludarle pero vi a una mujer al otro lado de la mesa, bebían algo con alcohol. 

Frunzo el ceño en cuanto la veo y entro sin importar que este ahí. Me acerco a papa mirandola.

—Dannyelle—Dice papa cuando me ve.

—Me voy a la cama—Digo flojo a su oreja. Estoy cansada...—Asiente y le doy un beso en la mejilla para volver a mirar a esta mujer —Buenas noches señora.

Ella sonríe y asiente. Estoy por desaparecer de ahí cuando papa me llama, doy media vuelta y le miro.

—¿Si?

—Mira que tu hermano se ha dormido por favor.

—Vale.

•••