Llegamos a mi casa y en eso la lluvia se detuvo, solo era una llovizna ligera. Juan se estacionó y me fue a abrir la puerta como el caballero que es. -¡Gracias!.
-No hay de que Itati.
-Claro que si, me ayudaste con mi coche, me trajiste hasta mi casa, me prestaste tu saco.
-Cualquiera lo habría hecho, solo estoy siendo amable, no te iba a dejar ahí sola.
-No cualquiera, de verdad muchas gracias Juan.
-¿Nos vemos mañana?.
-Claro que si, tu saco.- Nos quedamos en silencio por un momento y yo admiraba esos ojos tan llamativos y hermosos que tiene.
Tome el saco y le roso su mano, mire sus ojos de miel por un momento y nos quedamos callados, me acerque poco a poco a ella, cerro sus ojos y yo cerré los míos...
-¡ITATI!.
Reaccione al escuchar la voz de mi marido gritar mi nombre lo mire rápidamente incluso empuje rápido a Juan. -Carlos, no es lo que parece.
-¿Quién es este idiota?.
-Tranquilo hermano, soy Juan Soler.
-No soy tu hermano estupido, ¿qué haces afuera de mi casa y apunto de besar a mi mujer?.
-Calmate mi amor, Juan es mi compañero de trabajo, vino a dejarme porque el coche se descompuso y...
-¿Y qué?. ¿Le querías agradecer dandole un beso?.
-No, oye no permito que le hables así. Lo que sucede es que tenía una pestaña en el ojo y se la quería quitar.
-¿Te crees muy gracioso imbécil?. Largate de mi casa si no quieres que te golpee.
-¡Carlos ya!. Hay que entrar a la casa vamos. ¡Juan!. Gracias por traerme de verdad, lo mejor será que te vallas.
-Si, tienes razón. Una disculpa de verdad.
Me despedí de el y Carlos entro a la casa furioso.
-No puede ser, ¿otra vez?.
-¿Otra vez qué papá?.
-Nada niños, su papá esta algo enojado y no sabe lo que dice.
-¿Qué sucedió?. Hasta acá se escuchaban sus gritos.
-Nada niños, vamos al cuarto Guadalupe tenemos que hablar.
No dije nada solo subí a la recámara callada y cerré la puerta con seguro. -Perdoname mi amor.
-¿De verdad otra vez?. ¿No te basto engañarme con el estúpido de Pedro Fernández?. Itati yo te amo y si te perdone fue porque no quería que nuestros hijos sufrieran, me prometiste que no volvería a pasar.
-Es que no paso, Carlos ya te explique como fue, se descompuso el coche a medía tormenta y el estaba ahí, se ofreció a traerme y fue todo.
-Y me vas a negar que no se iban a besar.
-Por supuesto que lo niego, no lo iba a besar, ya te dijo el que tenía una pestaña en el ojo y me la quería retirar.
-A otro menso con ese cuento.
-Ya mi amor, no te enojes. ¿Okey?. Te juro que no volvera a pasar nada, por algo decidí volver a intentar las cosas contigo. No quiero que por un mal entendido todo esto se valla a la fregada. ¿Me perdonas?.- Me puse frente a el y me puse de puntas para darle un pequeño beso y luego otro y luego varios.
-Esta bien corazón, te perdono.- Le di un beso y después la bese profundamente, mordí su labio, sentía nuestras respiraciones aceleradas y ella detuve nuestro beso.
ESTÁS LEYENDO
~•DIECINUEVE•~
RomanceInfidelidad, muerte. ¿qué es peor?. Tu solo quieres estar con el hombre que amas, es solo una "aventura" ¿Qué podría pasar?. Itati debe decidir si mantener su familia estable y su matrimonio a flote o estar con el hombre que de verdad ama.