CAPÍTULO 3️⃣4️⃣

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—Incisto que duermas conmigo itati, ¿Cómo vas a dormir en el cuarto de invitados?.

—No Carlos, recuerda que si estoy aquí es por mis hijos y yo te deje muy en claro que ya no siento nada por ti.

—Itati, quiero darte lo mejor a ti y a nuestros hijos.— La abrace.

No hice nada solo puse mis brazos en mi pecho sin abrazarlo de vuelta.

—Se que en el pasado te falle pero te prometo que ya no será así.— La separe y tome sus mejillas. —Confia en mi y te aseguro que no te vas a arrepentir y apesar de todo sigues siendo mi esposa que no se te olvide.

—Si, no se me olvida.

—Te dejo tengo que ir a trabajar.— Me quede quieto sin saber como despedirme de ella y solo le di un beso en la frente.

Me quedé quieta al ver su acción. —Que te valla bien Carlos.— Vi como se dirigía a la puerta y rápido fui por mi celular, quiero aprovechar que los niños estan en la escuela para poder verme con Juan por lo menos un rato asi que le llame.

—Hola hermosa. ¿Cómo estás?.

—Anciosa por verte muñeco. ¿Nos vemos hoy?.

—Claro que si, en estos momentos estoy con Horacio pero ¿nos vemos en mi apartamento?.

—Esta bien, nos vemos en 1 hora.

—Ahi te veo amor.

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            (2 meses después).

—Ya llegué Manuela ¿ya llego Carlos?.

—Desde hace un rato señora.

—¿No dijo nada?.

—Solo me preguntó por usted y le dije que no sabía donde estaba.

—¿Segura?.

—Si señora no le dije que se fue con el señor Soler. Perdoneme que le diga esto pero creo que el señor ya sospecha de sus salidas.

—¿Y qué quieres qué haga Manuela?. Si yo sigo amando a Juan y no puedo dejarlo. Los dos nos amamos y no podemos vivir sin uno con el otro.

—¿Y de qué sirve señora?. Solo se tortura con eso, la única solución para que sea libre al fin sea que al señor le pase un accidente y se muera.

—¡Ay por favor ni lo digas!.

—¿Entonces?. Si lo que quiere es una justificación para escaparse con el mejor ya decidase.  Hagalo de una vez.

—Si me gustaría, no hay nada de malo en soñar.— Salio una lagrima de mis ojos.

—Señora daría lo que fuera para no verla sufrir más, lo siento tanto de verdad.

—No te preocupes gracias por escucharme porque a pesar de todo este embrollo solo cuento contigo.

—Y no se me olvida que mañana es su cumpleaños, ¿Qué piensa hacer?.

—Nada, no tengo cabeza para hacerlo.

—Bueno yo le voy a hacer su pastelito para cantarle las mañanitas.

—Gracias Manu siempre tu tan linda. Dejame subir a dormir a mis hijos.

—Esta bien.

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Fui a la habitación de cada uno de mis hijos,  les deseé buenas noches y les di un beso a cada uno, me fui a bañar y salí a peinarme y para estar lista para dormir. En eso entro Carlos a mi habitación. —¿Qué sucede?.

—¿A dónde fuiste?.

—Con mi mamá.

—¿Segura?.

—¿Qué pasa?. ¿Tengo que decirte a dónde voy todo el tiempo?.

—No, solo me molesta que me veas la cara de estúpido. Te vuelvo a preguntar ¿dónde estuviste?. ¡¿Con quién?!.

—Y yo te vuelvo a repetir que con mi mamá.

Me acerque a ella rápido y la tome de los brazos agitando la. —¡A MI NO ME ENGAÑAS!. ¡A MI NO ME ENGAÑAS ITATI!.

—Oye Carlos calmate ¿qué te pasa?.— Intente safarme de su agarre.

—¡NO!. ¿QUÉ TE PASA A TI EHH?. ME ENTERÉ QUE ESTABAS CON EL IMBECIL DE JUAN. Y ME ENTERE POR ALGUIEN MÁS NO POR TI.

—¡Sueltame!. Yo no me ví con el y si lo vi pero fue porque Montserrat me invitó a comer con unos amigos y el estaba ahí.

—¡Eres una...!. Mentirosa.

—¡NO!. No te estoy diciendo mentiras porque es la verdad y puedes preguntarle a quién sea. Y métete esto en la cabeza. ¡Nos vamos a encontrar a Juan por todos lados porque estamos en el mismo medio tanto el como yo!.

—¿CREES QUE SOY ESTÚPIDO?. A MÍ NO ME VAS A ENGAÑAR.

—Yo no te engaño Carlos y con el simple hecho de estar contigo y no con el es más que suficiente.

—¡No te creo!.

—Pues tienes que creerme Carlos. ¡Tienes que creerme!. Porque si no...

—¿Si no que?.

—Me voy a ir Carlos, me voy porque no tengo porque estar aguantando tus humillaciones.

—No tu siempre sales huyendo.

Me intente salir de la habitación pero el me agarro fuerte.

—No esperate.— La tome del brazo.

—Nonono, sueltame.

—Esperate perdóname no te vallas.

—No Carlos no me espero porque ya estoy harta de ti y no quiero esperarme a que me des una bofetada. Con permiso.— Lo aventé a un lado.

—Por favor te lo estoy pidiendo por favor que no te vallas Itati.— Vi como se salía de la habitación. —¡PERDONAME!. ¡YA PERDÓNAME!.

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Ya estoy de vacaciones 😃 así que esta historia continuará más seguido...😌

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