ESCRITO XLII

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Mi mejor suicidio

Tu partida dejo mucha huella en mi ser, un vacío interno difícil de llenar, te ando buscando tanto como Tom busca a Jerry, eres mi anhelo, mi pedacito de cielo que de verdad valoraba tanto, por un momento desapareciste y hasta ahora no te he vuelto a encontrar me frustra no te lo niego quisiera poder hacer algo más allá de lo que pude hacer, por lo menos ahora me estoy dando cuenta que somos polos opuestos en la forma en que pensamos, quizás coincidamos en muchas cosas o posiblemente ese era nuestro destino conocernos darnos cuenta que podría haber pasado algo pero en realidad solo fue algo de momento que ni el mismo destino sabe cómo explicarlo.

Lamentablemente tuve que apartarte de mi camino para así poder seguir, pero en cada paso que doy tu ausencia se hace muy notable, quisiera poder tenerte, besarte, abrazarte y decirte mil cosas, las horas a tu lado parecían eternas, eran fantásticas que hasta de solo imaginármelo me sacan una sonrisa, a tu lado viví cosas que nunca antes había vivido, marcaste la diferencia sin siquiera ser algo, sobresaliste de una manera sorprendente, pensé que no conocería a una persona a la cual pudiera contarle desde lo más simple que se, hasta lo más loco y anticuado. De verdad que esa atención y esa participación que tuviste conmigo fue lo que te hizo sobresalir, ese interés que verga era demasiado único, pero... No todo es para siempre, todo se acaba, el interés desaparece y el fuego se apaga, que lastima que todo tuvo que pasar así, pero aquí estoy yo trayéndote a mis recuerdos y aprendiendo a vivir sin ti.

100 PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora