ESCRITO XVII

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Nervios

Cada vez que te veo mis nervios se intensifican, cada vez que te huelo mi alma se purifica y cada vez que te siento la piel se me eriza, sería un completo idiota si digo que no te deseo y que te he imaginado de muchas formas y eso no lo niego, estoy completamente dispuesto a luchar por un solo beso, beso que me teletransporte a otro planeta o a otro universo, dónde pueda decirte todo lo que siento y todo mi pensar sin importar nada porque sé que me corresponderás, eres como el alba del amanecer y las dulces tonadas de una melodía, bastante que te dije que te quería y que no podía seguirme quedando

estancado con una persona que ni siquiera sabía a dónde iba, trate de entenderte y buscarle mil formas a la situación, tú eras mi reina y yo simplemente era el peón, la cosa no podía estar así cuando decías que era un sentimiento de dos y se te notaba mucho en la cara, que lo que sentías por mí o lo que demostraste sentir simplemente fueron ganas acumuladas de tener sexo, yo completamente enamorado de tus defectos resultaste ser otra persona de papel que me envolvió y me hizo creer en todas sus estupideces, lo tenías todo "Pero lo que construiste con las manos lo derrumbaste con los pies" ya no se ni que pensar de dicha persona y lo que hizo con mi querer, lo que según estaba dispuesta hacer se volvió mentira ya que a los meses se esfumó y lo único que existía eran los recuerdos, dichos recuerdos me siguen afligiendo todavía, no sé si fui un completo tonto en confiar en sus tonterías pero de una cosa si estoy seguro, perdiste a la persona que más te quería y para el/ella te convertiste en una porquería.

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