Era sábado 10 de Octubre, y Olivia se estaba peinando porque había quedado con Emma y de ahí irían al parque, donde estaría Diana esperándolas para dar un paseo por la ciudad. Antes de bajar, le entró una llamada de Alex.
—Dime —dijo Olivia mientras se echaba un poco de perfume para hacer tiempo.
—¿Quedas? —preguntó. Olivia hizo una mueca mientras soltaba un suspiro.
—Ya he quedado, lo siento mucho —respondió mirándose la mano.
—¿Con quien? —y aquí vuelve con su lado tóxico.
—Con Emma y Diana —respondió empezando a irse, pero paró en el salón—. Alejandro, dile a mamá que ya me he ido, Emma me espera abajo.
—Vale, ten cuidado —Olivia le sonrió y bajó, aún hablando con Alex por llamada.
—¿Y por qué no quedas conmigo?
—Contigo quedé ayer y el finde pasado.
—Seguro quedas con otro, no con Emma y la otra cerda.
—Alex, cálmate. No que quedado con otro y Diana no es una cerda —Olivia no pudo seguir hablando porque Alex le había colgado. Suspiró y terminó de bajar los últimos escalones del edificio.
Abajo estaba Emma, apoyada en la pared y mirando a un niño que tenía pinta de que se iba a caer, y en efecto, se cayó y Emma tuvo que reprimir una carcajada.
—Eres cruel —comentó Olivia mientras empezaban a andar hacia el parque.
—Mentira —Olivia la miró y Emma no pudo evitar reírse—. Bien, pero solo un poco.
—Claro, y a mi me gusta el señor de los anillos.
—Pero si es un peliculón —exclamó levantando los brazos—. Es mejor que la saga del miope con la cara rajada.
—Cállate y vete a ver tu viejo de anillos —Emma le dio un leve golpe en el brazo, y después de un silencio ambas empezaron a reírse.
Al rato, llegaron al parque, donde Diana estaba sentada mirando el móvil, con los auriculares puestos, una pierna encima de la otra, como si fuera un indio pero con una pierna colgando. Llevaba puesto un vaquero con dibujos, una camiseta blanca y una chaqueta con la cremallera a medio subir, y se podía apreciar un collar con una piedra azul, lo cual Olivia reconoció como un ojo turco de protección. También llevaba su típico gorrito de lana.
Ambas chicas se acercaron, pero Diana no se dio cuenta, ya que tenía la música bastante alta, hasta Olivia y Emma la escuchaban.
Emma alargó su mano hasta la oreja de Diana y le quitó el auricular, del cual salía la canción Distancia de Soge Culebra y Beret.
—Si sigues escuchando la música a tope te quedarás sorda —le advirtió Olivia, ayudándola a levantarse del banco. Pudo apreciar una pequeña sonrisa en ella.
—Créeme que no sería el mayor problema que tendría —Olivia rodó los ojos sonriendo, aún agarradas de la mano.
—Bueno, pues yo los sonotones no te los voy a comprar —Diana soltó una risa mientras las tres empezaban a andar por la ciudad.
—Vaya, pues que pena pelirroja, me quedaré sorda y no podré escuchar quejarte —Olivia la miró atentamente, sabiendo que iba a decir algo más por la sonrisa que tenía—. ¿Premio o castigo?
Olivia abrió la boca mientras Emma no dejaba de reír junto a Diana. Le dio un golpe en el hombro, causando que Diana dejara de reír para poner una mueca.
—Diana, no exageres que no te he dado fuerte —dijo la pelirroja con el ceño fruncido. Y claro que no le había dado fuerte, es decir, Olivia no tiene mucha fuerza física.
—No, quiero decir, me caí por las escaleras ayer y me hice daño en el hombro —respondió nerviosa, sin poder mirarla, algo que se le hizo muy sospechoso, ya que ambas se solían mirar mucho a los ojos.
⌛
—Hoy vas muy guapa —le dijo Olivia a Diana. Ambas estaban sentadas en el portal de al lado del quiosco, esperando a Emma y sus chuches.
—Gracias pelirroja, pero creo que voy guapa siempre —Olivia rodó los ojos riendo mientras Diana mantenía su sonrisa burlona—. No, enserio, yo voy siempre guapa.
—No lo he negado —respondió levantando los brazos y riendo con Diana.
Hubo un pequeño silencio, donde Diana miraba sus pies. Pero al rato, levantó la vista a los de Olivia, y le dio una mini patada, riendo, Olivia entendió lo que quería hacer, y le devolvió la patada. Y así estuvieron hasta que Emma salió del quiosco y se volvieron a ir a pasear por la ciudad.
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Mi perfecta perdición ©
RomanceElla era un completo caos. Todo por donde pasaba quedaba destruido, y eso la destruía también a ella. Era un pequeño rayo de luz que quemaba y destruía, por la oscuridad que le nublaba la vista. Diana era un desastre hecho para repararse y ser fuert...