Capítulo 35

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Diana estaba preparando una mochila con alguna que otra cosa para hacer un pequeño picnic en un prado algo lejos del pueblo, pero con unas vistas maravillosas.

—Yo no voy a ir —murmuró Emma asomándose en la habitación—. Considéralo una cita con la pelirroja.

—Pero, cabrona —Emma sonrió—, ¿por qué no vienes?

—Me duele la cabeza, no me encuentro bien —susurró mientras se sentaba al lado de Diana.

—Ay cosita —dijo mientras con la mano ponía la cabeza de Emma en su hombro y la abrazaba—. En el armario que está al lado de la nevera, el de arriba, ahí hay pastillas de todo tipo, y en ese cajón —señaló un cajón que había en la habitación—, tienes comida que escondo.

—¿Cómo que escondes comida? —preguntó riendo y abrazando a la castaña.

—Instinto de supervivencia —contestó pasando su brazo por los hombros de la rubia, abrazándola—. ¿Sabes?

—¿Qué?

—Te quiero.

—Ohh, se ha puesto sentimental la bollera —Diana soltó una carcajada mientras la abrazaba con cariño.

—Me voy.

—¿A cantarle canciones lesbianas a la otra lesbiana? —preguntó separándose.

—Sí, por supuesto, ahora tomate una pastilla o algo porque el dolor de cabeza te está matando la única neurona que te queda.

—Que borde son las homosexuales de hoy en día, ay —dramatizó mientras bajaban al salón—. Mis amores, pasáoslo bien.

—Pareces mi abuela —rió Diana mientras Olivia se acercaba a ella.

—¿No vienes? —preguntó la pelirroja arrebatándole a Diana la mochila.

—A la abuelita le duele la cabeza —susurró Diana riendo.

—Vete ya —ordenó Emma cruzándose de brazos.

—Vamos pelirroja, antes de que nos suelte a los perros —murmuró la castaña agarrando la mano de la pelirroja y saliendo medio corriendo de la casa.

—Soy su celestina —sonrió Emma sentándose en el sofá

—Por tener química, tienen —dijo ahora Clara sentándose a su lado—. Se gustan.

Mientras tanto, Diana y Olivia estaban a mitad camino del lugar determinado al que iban a ir a hacer el picnic.

—Emma nos shippea —habló Diana mirando los árboles y el pasto.

—Lo sé —contestó Olivia riendo—, es fan de que algún día terminemos siendo pareja.

—La de veces que me lo ha dicho, he perdido ya la cuenta —exageró Diana riendo.

—Ayer, antes de buscar tu guitarra, me estaba diciendo tú y Diana haríais muy buena pareja —comentó la pelirroja mirando a Diana.

—¡Te juro que me ha dicho antes de irnos algo parecido! —exclamó sonriendo y gesticulando con los brazos—. Viene tan normal al cuarto y me suelta no voy, tómalo como una cita con la pelirroja, y mi cara era como el meme de shrek con cara de qué cojones.

Olivia no pudo evitar reírse de las formas de Diana al explicar las cosas, le gustaba como era.

Cuando llegaron, Olivia sacó de la mochila la manta, tela, mantel, como queráis llamarlo. Y lo puso en el suelo. Y Diana ayudó a la pelirroja a poner la comida.

Sin pensarlo, Diana puso música desde su móvil, empezando a charlar con Olivia.

—¿Has mirado el tiempo? —preguntó la pelirroja mirando el cielo nublado.

—Ah... No —ambas se miraron antes de que una gota de agua cayera en la nariz de Diana—. Do you want to dance with me in the rain?

Yes, I want.

Y ambas se levantaron mientras de fondo empezaba a reproducirse música clásica, lo cual parecía hecho a propósito, pero fue cosa del destino, o de la playlist en aleatorio de Diana.

Bajo las gotas de la lluvia, y las notas del piano y los violines, los cuerpos de ambas chicas empezaban a empaparse de agua, mientras empezaban a bailar torpemente al ritmo de la música, con los ojos fijos en el de la contraria.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Diana mientras le daba una vuelta a Olivia bajo su brazo.

El corazón de la castaña empezaba a acelerarse mientras las notas sonaban con más intensidad, acercando a Olivia de su cintura, y la pelirroja apretando la mano de Diana mientras dejaba la vista fija en los ojos de Diana, los cuales solo la miraban a ella.

De repente, y sin razón alguna, los ojos de Diana empezaron a empaparse, y no exactamente por la lluvia. La pelirroja empezó a aferrarse, abrazándola como nunca. Y la castaña se sintió segura, desnudando su alma enfrente de su amada, amada no correspondida, pues ella la quería pero el rechazo de esta le aterraba.

Dos cuerpos, dos almas uniéndose, gotas de lluvia empapando. Y un abrazo, calentando un corazón amando y con destrucción en sus llantos.

La canción se había terminado, dando paso a otra de la playlist, la cual fue perfect - Ed Sheeran. Lo cual hizo sonreír a Olivia, separándose de Diana para sonreírle.

—Es de la lluvia, no son lágrimas —comentó Diana sonriendo.

—Te creo.

—¡Que sí!

Olivia soltó una leve risa mientras negaba con la cabeza.

Darling, you look perfect tonight —cantó Olivia mientras la castaña empezaba a sonreír.

Well, I found a woman, stronger than anyone I know —continuó cantando Diana.

—Creo que deberíamos volver a la casa —susurró Olivia mirando su vestido blanco completamente empapado.

—Sí, mejor vamos —contestó Diana separándose de Olivia, pues se había puesto nerviosa al tenerla a centímetros de su rostro.

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Buenaaas.

Al final os subo el cap. ahora, ya q m gusta mucho, y d paso avisaros d q no sé si el ciernes q viene subiré el capítulo 36, ya q stranger things m ha dejado mal, pero muy mal.

Entre el vacío q ha dejado, q se ha llevado mi estabilidad emocional, y q no dejo d llorar, ns si os subiré el capítulo.

En fin, besos<3

Mi perfecta perdición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora