Capitulo 6

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— ¿Dónde quedo mi semana?— pregunte y él sonrió.

—Tenía la esperanza de que dijeras algo— dijo dándose por vencido.

—no lo sé, solo quiero pensar— dije mirando mis pies.

—sé que es muy absurdo preguntar pero ¿estás bien?, me refiero a si estas realmente bien.

—No— dije en un hilo de voz.

— ¿Me quieres contar?— pregunto dulcemente, levante la cabeza y me aleje de la ventana poco a poco antes de asentir con la cabeza.

Marcos pasó de una ventana a otra con agilidad y se adentró a mi habitación hasta quedar a mi lado, nunca me deja de sorprender lo ágil que es, lo mire durante unos segundos y me senté en el suelo apoyando mi espalda en mi cama, Marcos hizo lo mismo y tomo una de mis manos para jugar distraídamente con ella mientras yo tomaba valor para empezar a hablar.

—Colton fue el primero que me apoyo cuando yo dije que quería boxear— empecé a decir tratando de no llorar— toda mi vida he querido eso y es difícil caer en la realidad y darme cuenta que ya no voy a poder hacerlo nunca más.

—Tómalo de otra manera— dijo Marcos acariciando suevamente mi mano generando una inmensa tranquilidad en todo mi cuerpo.

— ¿Cómo?— pregunte mirando nuestras manos sintiéndome cada vez más segura de hablar— Esa era la única manera que tenía para sentirlo más cerca.

—Siempre va a estar cerca —Afirmo con una sonrisa.

—no entiendo, no veo el lado positivo a esto.

—quizás eso paso para que te abrieras a nuevas oportunidades.

—Nuevas oportunidades— repetí en un murmullo.

—eres fuerte, eres muy fuerte, has pasado por muchas cosas y sigues de pie, siempre van a seguir pasando cosas feas pero lo importante es tu actitud respecto a esas mismas cosas.

—Tienes razón— dije con una sonrisa— voy a tomar todo de la mejor manera, en algún punto solo será una gran parte de mi vida.

—De la que no te arrepientes— dijo Marcos y yo asentí repetitivamente con la cabeza.

—solo debo buscar algo que me haga igual o más feliz que eso— dije con determinación.

—En algún punto dejaras de buscar porque ya lo encontraste – dijo alegremente Marcos.

—gracias— dije para soltar mi mano de la de Marcos y abrazarlo, Marcos se quedó sorprendido unos minutos sin responder el abrazo hasta que relajo los brazos y me acerco mucho más a él pasando sus brazos delicadamente por mi cintura y escondiendo su cara en mi cuello.

—Pero no hice mucho— dije en voz baja.

—Las palabras tiene una influencia más grande de la que deberían— dije antes de deshacer el abrazo haciendo así que mi estómago tuviera una sensación de vacío.

MARCOS— escuchamos como lo llamaba Mike desde su cuarto, Marcos y yo nos levantamos de suelo y nos acercamos a mi ventana para ver un muy confundido Mike.

—Aquí estoy— dijo Marcos haciendo que Mike girara rápidamente y lo viera con sorpresa.

—Deja de juagar al romeo y ven que prometiste ayudar a Ernest con su dibujo— dijo Mike acercándose a la ventana de Marcos.

— ¿No puedes ir tú?— pregunto Marcos y Mike negó con una sonrisa, estos dos sí que se parecen.

—no puedo porque le prometí a Nora que le iba a enseñar a vencer a un amigo de ella en un video juego— dijo Mike y en ese instante entra una niña de unos 10 años, esta tenía el pelo negro y largo.

Rompamos la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora