Capitulo 38

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Volvimos a la casa cansados después de todos los sentimos que dejamos en la grabación de la despedida de Lucia, tengo los ojos rojos e hinchados de tanto llorar pero no estoy tan diferente a todos los demás, estamos hechos un desastre tanto física como mentalmente, entre a mi casa dejándolos pasar a todos en el interior de esta donde sin penarlo se acostaron en los sofás de la sala, seguí a Marcos con la mirada hasta que se acostó en uno de los sofás, me acerque a Marcos y me recosté encima de él, Marcos envolvió sus manos en mi cintura abrazándome con fuerza.

—Quede grabado en el video— se quejó Malik, él tiene los ojos hinchados y la nariz roja además su garganta se siente desgastada cuando habla, seguramente por la risa tan desgarradora que soltó en la iglesia.

— ¿Qué esperabas? — pregunto Kyle recostando su cabeza en el hombro de Félix.

—Llegaron— dijo Amelia entrando a la casa con mi mamá siguiéndola con Azul en sus brazos.

—Mi fuerte guerrera— dijo Jack abriendo los brazos desde el sillón en el que estaba para Azul quien corrió a él una vez en el suelo.

—Llegamos— dije sonriendo un poco.

Amelia se acercó a nosotros con lágrimas en los ojos y se sentó sobre las piernas de James quien la abrazo con fuerza, mi mamá nos miró con una sonrisa triste antes de ir a la cocina y desaparecer de nuestra vista.

Los muebles de la sala no son tan grandes para que todos tuviéramos un asiento pero por lo menos la alfombra es lo suficiente suave como para que Jack, Liam, James y Ángel no se quejen de lo duro que esta el suelo.

—Yo me quedo con la cámara— dijo Malik después de unos segundos de silencio.

—Está bien, seguramente si Lucia aparece iría a tu casa primero— dijo Mike sonriendo.

— ¿Por qué lo haría? — pregunte confundida.

—Por qué Malik se llevó todas las cosas que ella tenía en el cuarto de Oliver— dijo Kyle cerrando los ojos.

— ¿Por qué? — pregunto Samantha.

—Solo fueron cinco cosas nada del otro mundo— dijo Malik restándole importancia, seguramente quiere rodearse de cosas de ella para estar más cerca no lo culpo, yo tengo las manillas que Lucia dejo en mi habitación.

—Está bien, quédate la cámara tú— dije quitándole importancia después de todo él no va a perder la cámara confió en él.

Todos quedamos en silencio, seguramente todos estamos agotados por lo que después de esos minutos de silencio pude notar como cerraban sus ojos, no me di cuenta cuando lo hice yo pero de un momento a otro ya estaba en un profundo sueño donde Lucia estaba a nuestro lado.     

Desperté gracias a un leve sonido en la puerta de mi casa, abrí mis ojos con cuidado y no queriendo salir de la comodidad de los brazos de Marcos me quede quieta tratando de ver a la persona que entraba por mi casa pero solo era mi mamá quien salía de la casa caminando lentamente tratando de no despertarnos, mire a mi alrededor y no puse evitar sonreír al ver a todos los hermanos Wolf acostados alrededor de la sala de mi casa y al igual que todos nosotros estaban durmiendo, me sorprende ver incluso a Elenor dormida encima de su esposo quien había llegado recientemente.

—Deberías estar dormida— dijo una voz que no puede reconocer, trate de localizar el lugar de donde venía la voz pero no logre ver a nadie y la voz no volvió a sonar, seguramente es mi mente que aún no ha despertado bien.

Marcos me abrazo con un poco más de fuerza haciendo que nuevamente mis ojos se cerraran llevándome a un profundo sueño. 

 

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