Sweet Revenge © [✔]

10. El evento

— ¡Hoy te van a dar duro contra el muro!—Katherine exclamó, tirándole un cojín a la cara a la pobre de Serena.

— ¡Duro contra el escritorio!—le siguió Akemi.

— ¡No vas a caminar en meses!

— ¡Duro contra la patria!

— ¡Callense!—la ojiazul las interrumpió, ambas chicas explotaron en risas sobre la cama.

—No puedo creer que esté haciendo esto—Serena murmuro, mientras subía el cierre de su ajustado vestido de color plata. Katherine soltó una risita, acercándose para ayudarla.

La morena iba divina, con un hermoso vestido dorado que hacía resaltar sus muslos, claro, Serena no se quedaba atrás. Su vestido se ceñía perfectamente a su cuerpo y no perdía ese toque elegante al ser de falda larga.

—Me fascina la idea de que todo esto esté pasando por mi culpa—Katherine le dice a la ojiazul, Serena no puede evitar rodar los ojos.

—No es chistoso—Serena hizo un puchero—. Me estoy muriendo de los nervios.

— ¡Pero, Serenaaa!—Akemi exclamó a lo lejos—. Cualquiera mataría por tener una cita con Daniel.

—No es una cita—Serena argumentó.

— ¿Entonces qué es?—Katherine inquirio.

—Una salida—Serena susurro—, de amigos.

— ¡SI COMO NO!—Akemi grito.

—Daniel es solo un amigo—Serena se repitió, más para ella que para las chicas que la acompañaban.

Katherine dio la media vuelta, viendo a Akemi con su ropa deportiva.

— ¿Segura que no quieres venir? Puedo llamarle a mi padre para que te ponga en la lista—Katherine le dijo, la chica negó con la cabeza.

—No he ido al gym y no he estudiado nada para el examen de geografía—Akemi se quejó, Serena le dio una mirada sincera—. Disfruten de la noche por mi.

—Ten eso por seguro—Serena le sonrió.

—Uyyyyyy—Katherine soltó una risita. la ojiazul la miro mal.

—No voy a ir si me vas a molestar toda la noche, Katherine—la nombrada se atacó a reír ante la amenaza de la chica.

—Mejor ya vámonos antes de que te arrepientas—Katherine contestó. Serena asintió, tomando su bolso a juego con su vestido. Ambas chicas se despidieron de Akemi y salieron de la habitación.

***

El evento no era tan lejos del internado, solo estaba a unas cuantas calles y el padre de Katherine había pedido una limusina para ir a recoger a ambas chicas. Daniel había acordado con Serena en verse ahí.

—Estoy muerta de los nervios—Serena susurro. Katherine le regaló una sonrisa.

— ¿Por ver a tu amado?

—Por Dios, Katherine. No me estas ayudando.

—Lo siento. Ya sabes como soy—Katherine se sonrojo—. Pero debes tener más confianza, Serena. Daniel está loco por ti.

¿Loco por mi?

Esas simples tres palabras retumbaron en el cráneo de Serena. Él estaba loco por ella.

Serena sintió tranquilidad, no estaba fallando en el trabajo que le habían asignado pero aun así, el sentimiento de culpa no desaparecía. Daniel era increíble, lo debía de admitir, pero ella no estaba loca por él.