41. Amenazas que gradúan

7 0 0
                                    

—Mamá, no quiero ir a esa ceremonia de graduación. Apenas voy a salir del hospital, no estoy de ánimo para celebraciones—dijo Serena, con voz firme pero cansada—. Creo que ya he tenido suficiente.

Kimberly frunció el ceño, sus ojos reflejando una mezcla de determinación. —Serena, no podemos permitir que nada estropee la reputación de la familia, tu graduación es un hito importante.

Serena se pasó la mano por la frente, sintiendo la persistente incomodidad del suero aún conectado a su brazo. —No me importa la reputación en este momento. Necesito tiempo para procesar lo que ha sucedido y enfrentar lo que está por venir. No puedo fingir que todo está bien solo para mantener las apariencias, tengo el derecho de decir la verdad por una maldita vez.

Kimberly suspiró, como si la paciencia se le estuviera agotando. —Serena, entiendo que estés pasando por un momento difícil, pero nuestra familia ya ha enfrentado suficientes problemas. Necesitamos cuidar lo que queda de nuestra reputación.

— ¿Reputación? ¿Eso es más importante que lo que estoy pasando? Enfrente la posibilidad de perder mi vida, y todo lo que te preocupa es cómo lucimos ante los demás—Serena rodo los ojos—. Dejame por lo menos volver a Nueva York.

Kimberly apretó los labios. —No se trata solo de la reputación. Se trata de proteger lo que queda de nuestra familia. No podemos permitirnos más escándalos.

— ¿Proteger la familia? ¿Incluso si eso significa ignorar lo que realmente está sucediendo? —Serena se rió de forma sarcastica—. ¿Cómo puedes hablar de proteger a la familia cuando estamos atrapadas en una mentira?

Kimberly endureció su mirada, su rostro revelando una mezcla de enojo y angustia. —No sé de qué estás hablando, Serena.

Serena por primera vez, ya no sabia que decir. La ojiazul se sintió acorralada, con el peso de la verdad y la resistencia de su madre oprimiéndola.

Kimberly apretó los dientes con fuerza, visiblemente molesta. —Serena, necesitas ir a esa ceremonia de graduación. Puedes enfrentar tus problemas más tarde, pero ahora necesitas hacer el esfuerzo de mostrar que nuestra familia aún tiene algo de dignidad.

La frustración de Serena alcanzó su punto máximo. —En verdad, eres la peor.

—Vas a ir—Kimberly ni siquiera se inmuto—, el doctor ya te dio el alta. Llegaremos justo a tiempo a Woods para que recibas tu titulo.

***

El vestido azul marino se deslizaba por las curvas de Serena con una elegancia que contrastaba drásticamente con el torbellino de emociones que la envolvía.

Era un vestido exclusivo, meticulosamente elegido por su madre, era uno de sus diseños. Todo con la intención de proyectar una imagen de sofisticación y normalidad en un momento en el que nada en la vida de Serena se sentía normal.

—Este vestido es una obra maestra, Serena. Necesitas lucir impecable para la graduación. La gente está observando—comentó Kimberly mientras ajustaba los detalles finales del vestido en su dormitorio en Woods.

Serena, se imaginaba este día diferente a lo que estaba siendo. Ella con sus amigas en esa misma habitación arreglanose mientras Daniel la esperaba en el vestíbulo de la residencia para asistir juntos a la ceremonia.

En lo contrario, tenia a su espantosa madre y tres policías de compañía.

Serena, con la mirada perdida en el reflejo que devolvía el espejo, se sintió como una marioneta en manos de su madre. Cada ajuste, cada elección de vestimenta, era una forma de controlar la narrativa que la rodeaba. Aunque el vestido era impresionante, la sensación de no tener elección propia la frustraba más allá de lo que podía expresar.

Sweet Revenge ©  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora