37. Tras el velo de las mentiras

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Serena miro su reflejo, y era como si una tela negra cubriera su rostro y cuerpo, dejando una extraña sensación de vacio.

Era extraño.

¿Cómo reaccionaria alguien común cuando le dicen que u padre en realidad nunca fue su padre?

Que en realidad, eres hija de un mafioso homicida ruso.

Ahora, Serena estaba libre... si es que se le puede llamar libertad el tener que matar a quien creías que era el amor de tu vida.

Anamelech la había dejado ir, y uno de sus hombres se había encragado con seguridad de dejarla en la entrada de Woods.

¿Cómo Serena podía seguir con esta mentira?

Serena se encontraba de pie frente al espejo en la penumbra de su habitación. La luz tenue de la lámpara creaba sombras en las esquinas, pero iluminaba lo suficiente para que pudiera ver su reflejo. Observó detenidamente la imagen que le devolvía el espejo, tratando de encontrar algo más que sus propios ojos cansados.

El reflejo mostraba a una mujer de cabello oscuro y desordenado, con ojeras marcadas que delataban noches de insomnio. Sus labios, que solían curvarse en una sonrisa coqueta, ahora estaban tensos, y su mirada reflejaba una mezcla de tristeza y descontento consigo misma.

Serena apretó los puños mientras intentaba desviar la atención de sus propios defectos. Buscaba algo más en el espejo, como si pudiera descubrir a otra persona escondida detrás de esa imagen que tanto detestaba ahora. Se esforzó por ver más allá de sus imperfecciones, anhelando encontrar algo de redención en la mirada desafiante que le devolvía el espejo.

Pero, a medida que sus ojos recorrían cada detalle de su rostro, solo encontraba más razones para odiarse. La voz crítica en su cabeza resonaba con fuerza, recordándole cada error, cada falla, cada elección equivocada. Serena deseaba escapar de esa versión de sí misma que veía reflejada, pero no importaba cuánto intentara, no podía eludir su propia realidad.

El tiempo parecía detenerse mientras Serena se sumergía en una espiral de autocrítica. Se preguntaba cómo había llegado a este punto, cómo se había convertido en alguien que apenas reconocía. La mujer en el espejo no era la Serena que recordaba, la que solía irradiar confianza y alegría.

Trató de forzar una sonrisa, como si pudiera engañarse a sí misma, pero sus ojos revelaban la verdad: la lucha interna, la vulnerabilidad y la sensación abrumadora de no estar a la altura. Serena se sintió atrapada en un torbellino de emociones, buscando desesperadamente la aceptación que le negaba a sí misma.

Finalmente, apartó la mirada del espejo, sintiendo el peso de la decepción sobre sus hombros.

La pelinegra salio de su habitación, los pasillos de Woods comenzaban a verse más concurridos. Serena no podía creer el como había pasado sus vacaciones.

Al menos ya podía usar de nuevo sus tarjetas de crédito, y con eso pudo comprarse un nuevo celular. El contacto con el mundo había vuelta a ella, ¿pero porque no se sentía asi?

Decidida a dejar atrás la oscura introspección de su habitación, Serena salió con pasos firmes al pasillo iluminado del dormitorio universitario. Se esforzó por proyectar la imagen de seguridad y confianza que admiraba en las mujeres fuertes, las "queen bees". Su espalda se enderezó, y su mirada intentó ser desafiante mientras caminaba con paso decidido.

Los murmullos de los estudiantes que compartían el pasillo se desvanecían mientras Serena avanzaba, sintiéndose momentáneamente empoderada por la fachada que construía. Imaginaba que cada paso resonaba con la seguridad que tanto anhelaba recuperar. Sin embargo, a medida que se adentraba en el laberinto de pasillos y luces fluorescentes, el eco de sus propias dudas resonaba en su mente.

Sweet Revenge ©  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora