19. Aterrador

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>Maratón 3/5

Daniel y Serena habían bebido de más, trataron de tener una conversación seria y adulta mientras se miraban, pero el deseo los había consumido. Y eso, los había llevado a un cubículo del baño de chicos.

Serena soltó un gemido cuando Daniel encontró su punto dulce en su cuello y comenzó a dejar besos húmedos en él. La ojiazul nunca en su sano juicio hubiera aceptado un rápido polvo en el baño de hombres, pero está ebria y excitada, así que no le importa mucho.

La mano de Daniel se deslizó hacia delante y hacia abajo, justo en su ombligo, jugueteando con el cierre de su vestido.

— ¿Debería sentirme mal porque voy a follar con mi futura novia en un lugar donde mi hermano menor está presente?—Daniel susurró divertido entre besos, Serena rodó los ojos.

—Yo soy la que se debería sentir mal—Serena dijo mientras juntaba nuevamente sus labios, mordiendo ligeramente haciéndolo jadear—. Me cole a tu fiesta y de seguro ahora todos te están buscando, pero estás aquí... conmigo.

Daniel bajó el cierre del vestido. —Si... no me siento mal.

—Ni yo.

El vestido de Serena cae al suelo, tan pronto como su piel está visible, unen sus labios nuevamente en un hambriento beso. Serena con las manos temblorosas logra sacarle el saco y desabrochar la camiseta del rubio, el calor en su centro ya está humedeciendo sus costosas bragas, ni siquiera encuentra las palabras cuando los dedos de Daniel encuentran rápidamente su punto sensible.

Serena estaba llena de deseo, pero sentía algo más en un pecho que no sabía describir, Daniel hacía que todo fuera diferente, incluso el sexo y eso era nuevo, y descubrir algo nuevo siempre da miedo.

— ¿Qué estás haciendo?—Serena pregunta con la voz entrecortada, sintiendo cómo el dedo de Daniel se resbala fácilmente dentro de ella.

— ¿No es obvio, hottie?—Daniel ríe entre dientes mientras se acerca hacia ella para susurrar en su oído—. Quiero verte alcanzar las estrellas.

Daniel metió otro dedo y Serena ya se sentía en el cielo, antes de que la ojiazul pudiera alcanzar su orgasmo, Daniel se separa y lleva su mano hacia el borde de su bragas, tentado a retirarlas.

—Serena...—la llama, la chica está confundida de cómo se detuvo de repente—. ¿Puedo follarte en el baño de hombres?

Serena río. —Que romántico, Thompson.

Daniel beso sus labios, era un beso lento, distinto... quería decirle lo mucho que la quería. Qué era aquello tan inesperado y esperado que necesitaba en su vida.

—Te quiero Serena—el rubio le confesó, Serena no sabía si se estaba quedando sin aire debido a lo excitada que estaba o por la extraña emoción que sentía al oír esas palabras—. Te quiero, y no sabes lo emocionante que es eso.

Serena no sabía qué decir, pero debía decir algo. El ridículo alcohol que corría por sus venas no la dejaba pensar con claridad, le había dicho que la quería, Daniel la quería.

El tiempo comenzaba a hacerse más lento y Serena se encontraba en una situación terriblemente confusa, ¿Qué diablos debía contestar?

¿Lo quería?

¿Era solo un amor a medias o únicamente era sexual?, dentro de ella sabía que la verdadera respuesta era mucho peor.

Lo quería dentro de la situación equivocada.

Había comenzado a tener sentimientos por él. Había caído por quien no debía.

¿Tantos chicos en el mundo y tuvo que ser él?

Sweet Revenge ©  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora