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NARRADOR OMISCIENTE.
-Ayudame ¡nose que me esta pasando!-la niña lloraba rogando ayuda a la rubia.
-Eso hare solo trata de no...descontrolarte-hablo la mujer joven en voz baja y calmada, mirando alrededor todo el caos...
Caos que la pequeña niña en el suelo habia causado.
-Yo no lo queria hacer ¡lo juro!-hablo desesperada la pequeña cuándo la joven miro en un lugar en específico.
-Lo se, lo se. Los accidentes pasan.-trataba de calmarla la rubia, mientras daba un vistazo a los tres cadáveres en el suelo.
-¡PERO ESTAN MUERTOS!-Grito llorando aún mas. ¿Como una niña de su edad comprendia el significado de eso? de la muerte.
-Si, pero no fue tu intención- llego frente la niña-No fue tu culpa...déjame ayudarte-se puso a su altura y poco a poco vio como la sustancia negra iba desvaneciéndose.
Puso sus manos a cada lado de la cabeza de la infante.
Cada vez la sostenia mas fuerte, pero ella no se detenía ni siquiera cuando la pequeña grito...
Se dejo cegar por el poder que sentía al absorber toda la vitalidad de la pequeña.
Hasta que dejo de sentir ese poder ahora solo era una vibración en todo su cuerpo.
Abrió los ojos. Vio que sus manos aun sostenían la cabeza de la niña que ahora ya hacia muerta.
Ella solo tenia 6 años...
Puso su cabeza en sus piernas acariciando su cabello castaño.
-Lo siento tanto...-susurro al cuerpo casi gris de la niña. Lagrimas rodaban de sus ojos y le suplicaba perdón a la pequeña.
