Capítulo 18.5.

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En todo el tiempo que Tom había estado con Stella aprendió una cosa de ella

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En todo el tiempo que Tom había estado con Stella aprendió una cosa de ella. Le gusta el sexo duro y a el le gusta complacerla.

En cuanto llegaron a la habitación el chico se lanzó directo a Stella bruscamente puso su espalda contra la pared ocasionando que un ligero jadeo escapara de la boca de Stella, cosa que fue aprovechada por Tom al momento de juntar sus labios con los de ella y jugar con su lengua dentro de su boca.

Como es evidente se necesita tomar aire para respirar y eso hicieron al separarse  de ese beso tan acalorado.

Tom la miró a los ojos, esos ojos verdes brillantes y (ahora) con las pupilas más grandes de lo usual, su mirada bajo a sus labios brillantes, rojos e irritados por el beso. Esa vista era simplemente la más hermosa que había podido experimentar, pero había otra imagen que le gustaba más que esa, la de Stella debajo de el gimiendo con las mejillas sonrojadas y rogando por más mientras el la folla.

— ¿Sucede algo? — Ante la pregunta de la rubia Tom volvió a mirar sus ojos. Al parecer se había quedado demasiado tiempo mirándola.

— Suceden muchas cosas, pero justo ahora quiero que suceda una en específico. — Contestó el pelinegro con aquel brillo salvaje en esos ojos oscuros.

— Excelente...— Murmuró, Stella.

La lengua de Tom se volvio a colar dentro de su boca e intensifico el beso tomándola de la mandíbula y con la otra mano de la cintura. Los dedos del pelinegro dejaron marca la pálida piel de la rubia debido al fuerte agarre.

Esta vez se sentía diferente a las otras veces. Stella lo podía sentir, sentía el poder de Tom intensamente y esta vez era más oscuro.

Tom se sentía diferente. Ahora tenía su propósito más claro que nunca.

— Quítate la ropa.— Ordeno Tom con la voz ronca.

Stella no pudo evitar sentirse sorprendida por un momento ante aquel tono demandante de Tom.

𝐁𝐔𝐑𝐊. (𝑻𝒐𝒎  𝑹𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora