Capítulo 19.

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La cena de bienvenida después de las vacaciones de Navidad inició con un breve discurso de bienvenida del director Dippet para los que no pasaron las vacaciones en el castillo

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La cena de bienvenida después de las vacaciones de Navidad inició con un breve discurso de bienvenida del director Dippet para los que no pasaron las vacaciones en el castillo.

Tom tocaba su anillo sin prestarle la más mínima atención al viejo hombre de pie frente a todos ¿Como seria posible hacerlo? Si su atención estaba en algo muchísimo más interesante: Stella.

Stella mantenía su semblante serio, pero a diferencia de Tom ella tenía su mirada en el Director Dippet, pero solo era eso porque su mente estaba pensando ansiosamente en visitar a Elena Ravenclaw, el fantasma de la casa de Ravenclaw y por otra parte también pensaba en ¿Cuándo se retiraría el director Dippet?

—...Sin más que decir, disfruten de la cena.— Finalizó el director Dippet con sus manos extendidas a sus lados y la comida comenzó a aparecer en las largas y grandes mesas del gran comedor.

La rubia se llevó un trozo de tarta de queso a la boca. Había veces en las que se le antojaba iniciar primero con el postre y hoy era una de esas veces (como casi siempre lo eran), tal vez eran secuelas que le dejó el hecho de que su madre no le permitiera el postre ya que se encargaba de comprar la cantidad exacta para solo tres personas.

Pasó el bocado de tarta.

Alicia, su madre hace mucho que no la veía tal vez era hora de visitarla y aclarar algunas cosas...

—Stella— Su nombre la sacó de sus pensamientos y se giró al responsable— has estado muy callada. — comentó el profesor Slughorn con una sonrisa amigable. — ¿Debo empezar a preocuparme?– bromeó.

—Supongo que es por el cansancio.— Stella no mentía, al menos no del todo pues en verdad aún se sentía algo cansada por aquello que hizo en su mansión.— Nada de que preocuparse.— le dio una ligera sonrisa.

— ¿Todo se solucionó?— Preguntó— Tus asuntos personales— aclaró ante la cara confusa de Stella.

— Por supuesto, al final no fue tan serio. Solo era papeleo sobre cosas de la casa de mi padre.— Le restó importancia.— Por cierto, casi lo olvido— buscó en el bolsillo de su pantalón un pequeño frasco.— Mencionó que el veneno de basilisco era casi imposible de encontrar y curiosamente lo encontré en la casa de mi padre.— Le entregó el frasco con líquido color ámbar.

𝐁𝐔𝐑𝐊. (𝑻𝒐𝒎  𝑹𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora