CAPÍTULO 35.

196 25 3
                                        

      

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      

Druella Black (antes Rosier) no esperaba volver a verla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Druella Black (antes Rosier) no esperaba volver a verla.

Había pasado más de una década desde la última vez que vio a Stella Stankov caminando por los pasillos de Hogwarts. La recordaba como una sombra elegante, como una figura inalcanzable. Su voz grave y controlada. Su inteligencia inhumana. Su aura de bruja antigua.

Y, sobre todo, el desprecio silencioso que Stella sentía por su enamoramiento adolescente hacia Tom Riddle.

Aquel día, cuando Stella se presentó en la residencia Rosier-Black, Druella casi dejó caer la copa de licor de escarcha que tenía entre los dedos.

—Stella... —susurró, como si nombrarla fuera peligroso.

—Druella —respondió la rubia, con una sonrisa neutra, más cortés que cálida.

—Creí que estabas...

—Dormida. Lo estaba —interrumpió Stella con suavidad—. Pero ahora he despertado. Y vine por algo importante.

Druella apretó la copa.

—¿Y qué podría darte esta casa?

Stella la miró como quien observa una herramienta de guerra antigua. No con odio. Con utilidad.

—A tus hijas.

Bellatrix fue la primera en aparecer, con once años, mirada de incendio y cabello como fuego oscuro. La arrogancia natural de los Black ya le hervía en la sangre.

Andromeda, un año menor, traía los libros bajo el brazo. Observadora. Inteligente. Una chispa rebelde en los ojos.

Narcissa era apenas una niña de seis años, pero sus movimientos eran elegantes, suaves, casi teatrales.

—Niñas, ella es la profesora Stankov —anunció Druella, casi forzada—. Fue mi maestra... en Defensa Contra las Artes Oscuras.

—¿Fue usted aurora? —preguntó Narcissa con genuina curiosidad.

—No. Fui muchas cosas —respondió Stella—. Pero lo que soy ahora es más importante.

Bellatrix la evaluaba sin miedo, y eso le gustó a Stella. El fuego es útil si se aprende a contener.

𝐁𝐔𝐑𝐊. (𝑻𝒐𝒎  𝑹𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora