Capítulo 9

11.2K 837 43
                                    




Mi cuerpo ya se sentía pesado y dolorido, pero no me queje cuando Aarón me dejó caer sin piedad en el colchón. Había subido las escaleras conmigo acuestas sin rechistar. Rápidamente h sin dejarme reaccionar me da la vuelta, dejando seguramente mi trasero al aire, escuche como una bragueta era bajada, sabía lo que venía, y se que ustedes  también lo saben, ¿estoy arrepentida? Claro que no, ellos no comparten mi sangre y tampoco nos hemos tratado como hermanos nunca, incluso desde que ellos llegaron aquí sus miradas pervertidas nunca pasaron desapercibidas.

Siento sus manos en mi trasero mientras abre mis piernas, de una sólo estocada se hunde dentro de mi, ocasionando que un fuerte gemido salga de mis labios.

-Shuuuuuu, no quieres que alguien nos escuche, ¿verdad?

-N... No- Arrastre las palabras, tanto el alcohol como el placer que siento me hacen trastabillar la lengua.

Sus movimientos son rudos, muy rudos, sólo se escuchan nuestros jadeos de placer por toda la habitación y el sonido de la piel frotándose con cada estocada. Su mano se posiciona en mi cara, aplastándola contra las almohadas, mientras que su otra mano se envuelve alrededor de mis caderas ocasionando más fricción entre su pelvis y mi trasero. De un rápido movimiento me posiciona de rodillas y sentándome dentro de sus piernas, ocasionando que pueda sentirlo más profundo y mejor.

-Ya voy a terminar nena, necesito que te vengas conmigo -Susurra en mi oído, mordiendo mi lóbulo.

Sólo aquellas palabras bastaron para que una bola de calor se formará en ni vientre, sentía como contraía para seguidamente darle la bienvenida a él tan esperado orgasmo, unas fuertes estocadas después sentí como todo el líquido caliente proveniente de Aarón me llenaba.

Aún me tenía sujeta entre sus brazos y sin poder evitarlo lleve mi cabeza hacia su hombro, esto fue fantástico. rápidamente me soltó y caí de frente entre las cobijas, una fuerte nalgada resonó por todo el lugar y me estremeció a mi.

-Eres ardiente pequeña zorra, no sabes cuanto deseaba esto. -Susurro cerca de mi oído para levantarse de la cama. -Usaré tu baño, salgo en unos minutos.

Esta demás decir que ahora mismo mi cuerpo no me respondía, ¡Joder! ¿Cómo iba a hacerlo? aún sentía mi centro palpitar, junto a todo mi cuerpo. Sin pensarlo mucho me moví hasta las gavetas al lado de mi cama para sacar unas pequeñas botellas de vodka, aún no se termina la fiesta.

Estoy segura que en la mañana estaré a matar, pero por ahora, no me iba a detener.

Cuatro tontos en mis manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora