Cuatro tontos en mis manos ©

Capitulo 42

—Solo... solo necesito que hagas lo que diga Amber. —Su voz se rompió en la última frase. —Porque si te mueres, el mundo se irá contigo... Incluyéndome.

Ya lo sabía, algo de lo que últimamente me había percatado era de la incompetencia emocional que cargaban estos chicos. Me repetía una y otra vez durante la última semana que era imposible amar a alguien solo por sexo, ¿existe el amor a primera vista? Yo... yo no lo sé, y les aseguro que no lo he sentido. Yo se que ellos harán lo posible porque a mi no me pase nada, tienen que cuidarme mientras estén conmigo o mi padre los matará a ellos sin ningún remordimiento, o posiblemente no, realmente no lo sé, los chicos son como unos hijos para el.

Caminamos por el largo pasillo hasta salir a otro totalmente pulido y blanco, con mosaicos grises y jeroglíficos tallados en los muros. Aunque esto era hermoso realmente no me iba a parar a contemplarlo. Necesitaba salir de aquí con vida, sin importar a quien tuviera que pasarle por encima.

Unos enormes puestas de madera blanca se abrieron ante mis ojos, para después Jared obligarme a entrar a una gran oficina amaderada. Lo que más llamo mi atención fue la gran pared decorada con veintenas de armas, eso daba miedo. Pero no podía ser estupida, de hecho, la astucia ayudaría mucho aquí. Y mi cabeza ya estaba formulando un plan que podría no salir tan bien como esperaba. Habían varias opciones, pero podrían no darme lo requerido.

—Veo que ya estás aquí. —La espantosa voz de aquel hombre me hizo sobresaltarme, realmente era desagradable.

—No se supone que debería estar aquí. —replique.

—Si. Pero uno nunca sabe lo que puede inventarse una muchachita como tú.

—¿Cómo yo? ¿Con agallas?

—Estupida.

Allí solo habíamos tres personas, el asqueroso, el hijo de puta traicionero y yo. Y podía jurarles que en todo caso no saldríamos ninguno con vida.

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Ya devuelta, espero que le gusten los capítulos que estaré actualizando.