Capitulo 47

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—Nonno.

—¿Que pasa? —Su marcado acento italiano hace que ría un poco.

Quiero preguntarle algo que ronda por mi cabeza desde el momento que vi la foto de Moni en manos de aquel hombre. Ambos íbamos en un auto aparte al de los chicos, y lo el chofer Mauro, se entera confianza de mi abuelo nos acompañaba en aquel auto. Así que respire pronfundo antes de hablar.

—Vamos, no me hago más joven esperando.

—¿Donde está Monica? —Las palabras flotaron de mi boca.

Su cara fue de total asombro en un principio, pero luego la relajo,  no había preguntado en, no lo sé, dos años en la niña, pero ahora tenía que saberlo, tenía que saber que estaba segura.

—No puedo decirte eso Amber. —Su rostro estaba contrariado. —¿Por qué preguntas hermosa? Ella está bien.

—¿Estas seguro? ¿No confías en mi? Necesito que me digas donde está.

No se equivoquen, realmente yo nunca la entregaría, simplemente necesitaba saber que se encontraba en perfecto estado. Poder comprobarlo...

—Su confió en ti cariño, y por lo mismo no puedo decirte. Ella está en un lugar sumamente seguro, pero no puedo compartir su ubicación con nadie, porque justo queremos protegerla, ¿no?

Asentí frenéticamente mientras empezaba a llorar a mares, no iba a decir nada de lo que había pasado, mataría a Jared y no iba a permitirlo, necesitaba que todos los que me importaban estuvieran a salvo y tranquilos, y él estaba entres esos. No soportaría cargar con su muerto, saber que por mi culpa paso.

Solo debía mantenerme al margen, me facilitaba las cosas no saber donde estaba ella, me facilitaba todo saber donde estaban ellos exactamente, y poder estudiarlos.

No me había dado cuenta cuánto necesitaba abrazarlo hasta que estuve llorando en sus brazos, solo necesitaba a Papá. Tenía tanto que no lo veía, que simplemente mi necesidad tenía justificación, yo necesitaba a mi familia por estos días, antes de que fuera tarde.

La gran advertencia fue "entrégala en un mes o muere" yo no iba a entregarla, no la buscaría, no haría ese esfuerzo por nadie. Quería que ella fuera feliz, y si eso significaba mi muerte, estaba dispuesta a morir por mi familia.

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¡Otro otro otro otro! Estoy que me regalan hoy, mi imaginación voló hace unos días, y decidí subirlos todos, ya es hora de que le demos su final a Amber.

Cuatro tontos en mis manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora