Cuatro tontos en mis manos ©

Capitulo 45

—No lo ayudaré a nada. —Mi voz salió más débil de lo que realmente quería.

—Es fácil, tu vida o la de ella.

¿Que demonios? Ella no es hija de mi padre, es mi prima de 10 años, Monica. No podía hacer aquello, ni si quiera paso por mi cabeza entregarle a la niña, ¿que demonios pasaba por la cabeza de Jared? Preferiría morir yo que ella, una niña ajena e inocente a todo esto.

—¿Quien le dijo que es ella la hija de Jean luca Giordano?

—Fuentes cercanas, que no podrían acercarse a la niña.

—¡Está loco! ¿Que piensa hacerle? Matar a esa pobre niña.

—Su padre debe muchas, y tiene que pagarlas.

—Pero no así. —Murmuré. —¿Y quien le dice a usted que voy a ayudarlo?

—Tengo tú vida en mis manos.

—Pues mátame, no te ayudaré.

Él pareció pensarlo un momento, para luego sonreír y volver a hablar. —Si no lo haces tú, envíate a alguien más, y tú estarás muerta y la niña en mis manos. Mejor salvemos una vida.

Ahí lo comprendí, ingéniatelas para salvarla. Él tenía razón, en todo caso enviaría a alguien por la niña, y teminariamos ambas muertas, la verdadera hija, y sucesor. Debía protegerla, y si eso significa entregarle mi alma al diablo para hacerlo, lo haría sin pensar. Yo iba a salvarla cueste lo que cueste.

—Aceptó. —Hable sin titubeos.

—Así me gusta. —Sonrió ampliamente, para luego caminar hasta una botella de licor y servir un vaso. —Ahora dime, ¿cuál es tu nombre?

¿Mi nombre? No le diría mi verdadero nombre al hombre, eso sería estupido e irracional.

—Ana, Ana Jackson. —Se escuchó la voz de Jared detrás.

Ni si quiera me había dado cuenta que él estaba ahí, pero seguramente él tenía mucho que ver con que el hombre tuviera la foto de Monica en sus manos, jamás lo perdonaría, ese imbecil murió para mi justo allí, el día que decidió traicionar mi confianza.

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Hasta aquí quedamos. Espero les guste.