《𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘂𝗻𝗼》

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Hyunwoo comenzó a adornar la habitación una vez Kihyun salió de esta. Tal como lo había planeado con su mejor amigo Jooheon este se lo llevó a caminar a la playa con la excusa de que le mostraría algo que encontró,claro que el blanquecino lo rechazó diciendo que podía ser después ya que tenía planes con su novio,pero Hyunwoo le dijo que estaba bien ya que él aún no terminaba de alistarse,por lo que Kihyun terminó yéndose con Jooheon.

Comenzó poniendo algunas luces al rededor del respaldo de la cama,sintiéndose satisfecho al ver lo hermoso que se veía. Saco los pétalos de rosas y fue formando un corazón por toda la cama,por un momento le habían dado cosquillas en su estómago por esta clase de cursilerías,pues jamás imagino que algún día haría algo como esto,sin embargo lo estaba disfrutando,pues el simple echo de pensar la reacción contenta de su pequeño novio le hacía sentir que todo valdría la pena.

Después de varios minutos moviendo cosas o cambiando de posición los arreglos se dirigió a cambiarse. Por algún motivo ver algo chueco en sus adornos lo ponía ansioso,quería que todo fuera perfecto.

Saco un conjunto elegante que había rentado que puso bajo la cama,ya que si lo veía Kihyun en el placar terminaría haciendo miles de preguntas pues Hyunwoo no solía vestir formalmente. Un pantalón negro pegado de vestir y una camiseta de botones negra que lo hacía ver jodidamente atractivo y elegante,no podía estar más satisfecho con su elección ya que hacía resaltar su gran musculatura.

Se miró al espejo arreglando un poco su pelo,el cual lo había peinado hacia atrás resaltando todas sus facciones,no iba a mentir y poco le importaba si sonaba egocéntrico,se veía perfecto.

(...)

— Jooheonie,regresamos ya,se está haciendo tarde... Aparte,aquí no hay nada ¿que es lo que querías mostrarme? Solo hay mar y arena.

Suspiro el blanquecino cruzándose de brazos. Solo habían estado caminando a lado del mar mientras Jooheon le contaba algunas cosas de su vida,no es como que no le importase escucharlo,es solo que Hyunwoo ya le había dicho que quería ser puntual.

El pelirrojo soltó una risa nerviosa y miró hacia su reloj que tenía puesto sobre su muñeca izquierda. Ya eran las 6:30 y el pelinegro aún no le llamaba para avisarle que lo trajera al hotel,claro que él también estaba ansioso. Mordió su labio inferior tratando de buscar alguna excusa,pero como si sus plegarias fueran escuchadas una llamada llegó a su celular,atendiendo rápidamente al ver que se trataba de Hyunwoo.

Kihyun alzó una ceja resoplando al ver que se alejaba para responder la llamada. Miraba impacientemente su celular para ver si su novio se indignaba en llamarle o algo,no entendía por qué tardaba tanto. En cuanto Jooheon terminó se acercó a él con una sonrisa,indicándole que tenían que volver al hotel. El blanquecino por fin movió sus piernas y casi que corría para llegar lo más pronto posible,quería ver a su novio,que tan guapo debería estar en estos momentos. Él llevaba un conjunto parecido al de Hyunwoo,la diferencia es que este era blanco y su pelo lo había peinado hacia los lados,haciéndolo ver tan lindo y perfecto.

Antes de entrar al hotel el Kihyun miró hacia el pelinegro que estaba parado frente a este con unas rosas rojas en sus manos,el blanquecino dejó de correr para esta vez comenzar a caminar hacia él con una sonrisa en su rostro. Lo miró de arriba abajo sin poder evitar morder su labio inferior. Nunca lo había visto tan formal,pero no iba a mentir que de ahora en adelante le gustaría verlo así mas seguido,pues se veía demasiado atractivo.

𝘌𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘭𝘶𝘮𝘰𝘯𝘦𝘴            ▸ 𝘴𝘩𝘰𝘸𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora