《𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗱𝗼𝘀》

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Minutos después de aquella plática hyunwoo tuvo que marcharse,no muy satisfecho con lo que le dijo kihyun. Él realmente quería confiar en él y en que aquel golpe sí fue echo accidentalmente con algo. 

Quería confiar,pero había una espina que no lo dejaba darle malestar.

Camino hacia su casa con sus manos refugiadas sobre sus bolsillos de pantalón vaquero. Sus ojos quedaron encandilados al ver ese perfecto amanecer que comenzaba asomarse. Sería más lindo si un hermoso blanquecino acompañaba su soledad.

Sonrió,jamás creyó que alguien le gustaría tanto a tal punto de sonreír como idiota de tan solo pensar en el. Sentía que se encontraba en la mejor etapa de su vida. Le estaba yendo bien en la universidad,su madre se siente orgullosa de él,tiene buenos amigos que cuidan de su espalda,y un hermoso novio que lo aleja de la soledad.

Abrió la puerta silenciosamente para evitar despertar a su madre,pero como era costumbre,ella ya se encontraba despierta tomándose un café sentada en el sofá. Sonrió al verla,cerró la puerta detrás suyo y fue ahí donde su madre se percató de su presencia.

— ¿estás son horas de llegar? Jovensito — regaño falsamente.

— lo siento mamá. Pero te envié un mensaje avisándote que llegaría tarde.

Espeto sentándose a su lado y comiendo una de las galletas que estaban puestas en la mesa pequeña que quedaba frente al sofá blanco. La mayor solo sonrió y asintió,confiaba en su hijo,y más porque siempre le contestaba a sus llamadas para ver cómo se encontraba y qué hacía,por lo que no hacía falta ponerse histérica.

— lo se ¿qué tal te fue? ¿Te divertiste?

— sip. ¿Tu qué onda? ¿Como te fue en el trabajo?

— al parecer,tu bella madre subió un puesto importante en la empresa. — informo orgullosa.

— mamá,¡eso es increíble! Muchas felicidades,estoy muy orgulloso de ti.

Felicito hyunwoo abrazando a la mayor,quien con gusto acepto aquella muestra de cariño por parte de su hijo. No podía sentirse más orgulloso de ella,siempre se superaba así misma,sin duda era su ejemplo a seguir.

— ya no le repartiré el café a mi fastidioso jefe,seré su secretaria de ahora en adelante. Por lo que es probable que tenga más horas de trabajo.

— ¿o sea que ya no saldrás a las 4?

— nop. Saldré a las 7.

— ¿no es mucho eso? También entras a las 7 de la mañana. — se quejó.

— hijo,tengo mucha fuerza para seguir trabajando — se alago apretando sus bíceps con una gran sonrisa — no me subestimes por mi edad.

— no lo hago... Es solo que... Vendrás muy cansada y...

— y... ¿qué pasa? Seguiré estando contigo,cariño.

Respondió sonriente y acariciando la melena pelinegra de shownu,quien solo rodó los ojos con una sonrisa. La verdad es que le preocupaba un poco que trabajara por tantas horas,no quería que llegase a enfermarse en un futuro por el exceso de trabajo. Aparte,no podía evitar sentirse algo tenso y triste.

𝘌𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘭𝘶𝘮𝘰𝘯𝘦𝘴            ▸ 𝘴𝘩𝘰𝘸𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora