𝘌𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘭𝘶𝘮𝘰𝘯𝘦𝘴 ▸ 𝘴𝘩𝘰𝘸𝘬𝘪

《𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼》

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Hyunwoo, miraba con atención todos los plumones que se encontraban en la mesa, debido a que Kihyun hacia algunas decoraciones para el trabajo, y aunque para el fueran innecesarias, según para Kihyun, daría muy buena nota la presentación, por lo que le daba igual de importancia que la información. Veía de muchas variedades, pero a fin de cuentas veía el mismo color, solo que en diferentes tipos de plumones. No entendía la diferencia de estos,pero al parecer Kihyun sí.

Tenía su mejilla recargada en su mano diestra, decidiendo mirar el trabajo que hacía el blanquecino en vez de hacer su parte, ya que en estos momentos se estaba tomando un leve descanso. No estaba acostumbrado a escribir tanto; sin embargo, él trataba de poner de su parte para que Kihyun no lo joda con algo.

— ¿Qué hay de diferencia entre este azul, y este otro?

Preguntó Hyunwoo, sentado a su lado y apuntando hacia ambos plumones, los cuales eran idénticos a simple vista, o al menos lo eran para él. Kihyun, solo rodó sus ojos para dejar de hacer lo que estaba haciendo, así podía mirar esa molesta cara y responderle aquella pregunta que por un momento se le hizo tonta, pero tenía que ser comprensivo, o él lo veía así, Hyunwoo tenía serios problemas para pensar.

— Este. — Apuntó. — Es azul más claro, ademas que la punta es más fina, el otro es todo lo contrario.

Explicó, con una voz suave mientras seguía haciendo algunos marjenes en las cartulinas. Hyunwoo solo asintió, pero aun así los veía completamente iguales, y era algo que tenía que mencionarle, pues seguía sin ver una diferencia relevante.

— Mejor di que es lo mismo.

— No, no es lo mismo, Hyunwoo. — Respondió pacientemente.

— Claro que lo es, los dos son azules.

— ¡Pero no el mismo azul, ni punta y mucho menos olor!

Esta vez estresado, Kihyun golpeó levemente la mesa para mirar con cansancio al pelinegro, quien solo lo miraba de forma inocente; sin embargo, al escuchar lo último ladeo su cabeza como un pequeño cachorro confundido.

No sabía que los plumones tenían un olor en específico, de hecho, por un momento le pareció raro que incluso sepa diferenciar los olores de cada plumón, ¿como era posible?, realmente no podía comprenderlo, pero él no sabía sobre esas cosas, y no era consiente que algunos tenían olor de algunas frutillas o dulces conocidos.

— ¿Esto tiene olor?

Preguntó Shownu, abriendo uno de los plumones azules que antes apunto, notando un olor parecido al de una mora. Quedo sorprendido por lo que siguió inhalando, realmente olía bien. Kihyun, solamente alzo una ceja al ver como este seguía oliéndolo, a diferencia de que esta vez inhalaba más fuerte que la anterior, aparte de que su mal pulso hacia que la punta del pulmón tocara su nariz, logrando mancharla.

Kihyun se quedó mirándolo por unos cortos minutos, sonriendo inconscientemente pues llegó a verse demasiado tierno a sus ojos. Se veía como un pequeño nene explorando cosas y sorprendiéndose de ellas, mostrándose emocionado por cosas tan sencillas para Kihyun.

— Límpiate, adicta.

Se burló el blanquecino, arrebatando su plumón para taparlo, pues podría secarse si lo dejaba abierto por mucho tiempo. Apuntó su nariz, indicando que este se la había pintado en el momento en que decidido oler aquel plumón que no podía diferenciarlo del otro; sin embargo, Hyunwoo no parecía comprender aquel acto que hacía Kihyun, ese de tocar su nariz con la punta de su dedo. Frunció su ceño, seguía sin entender pero eso no lo detuvo a tomar otro plumón sin que el blanquecino se diera cuenta, quería descubrir si todos olían igual de bien que el de antes.