《𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗱𝗼𝘀》

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Bien. La cena se había estropeado y no había salido para nada como Hyunwoo quería que saliera. Ahora Kihyun estaba temblando con muecas de asco en su rostro por a ver tenido una rata tocando su pierna. ¿Romántico? Podría decir que lo era... Aunque... solo un poco...

Nadie decía nada. El camino en el auto solo podían escucharse las canciones de fondo que pasaban por la radio. Hyunwoo estaba demasiado avergonzado,jamás creyó que aquel lugar tenía tales roedores. Nuevamente se fijó en las reseñas de aquel restaurante y al parecer ya tenía quejas sobre aquello. Se maldijo por no haber mirado un poco más las reseñas.

— Lo siento — murmuró el pelinegro avergonzado.

— Descuida,no lo hiciste con mala intención.

Respondió con una leve sonrisa. Si bien seguía demasiado asqueado no podía enojarse con Hyunwoo,pues después de todo él puso su esfuerzo de llevarlo a un hermoso lugar. Porque realmente lo era,quitando el echo de que al parecer tenía ratas. Pero bueno,no todo podía ser perfecto.

Hyunwoo solo suspiro y siguió en marcha. No todo estaba arruinado. Aún faltaba la mejor parte. Así que no estaba del todo desanimado,porque sabía que todo sería remediado al llegar a la habitación. Sonrió al pensarlo.

— vamos,vamos — pidió el pelinegro jalando tiernamente el brazo de Kihyun para llevarlo hacia la habitación.

El blanquecino solo sonrió con dulzura y simplemente se dejo. Al parecer su novio le tenía otra sorpresa debido a su entusiasmo. Se sentía muy orgulloso por el pelinegro,definitivamente se estaba esforzando demasiado por darle lo mejor,y eso a Kihyun le encantaba demasiado. Se sentía conforme al saber que ambos ponían de su parte para mantener esa linda relación. No podía estar más que satisfecho con todo esto. Pero aún quería algo más,y lo quería a él. Quería la unión de sus cuerpos. Convertirse en uno.

En cuanto bajaron del auto él tez bronceada lo tomó del brazo para jalonearlo hacia la habitación. Estaba demasiado emocionado,sobre todo porque no podía esperar a ver la reacción de su novio. Estaba seguro de que le encantaría,ya que lo había ordenado tal como Kihyun le había dicho anteriormente.

Subieron al elevador y Hyunwoo movía su pierna derecha con impaciencia. No podía esperar un segundo más. El blanquecino noto aquello y solo sonrió en lo bajo,pues con tan solo imaginar la otra sorpresa que le tenia le hacía sentir tan jodidamente ansioso,aunque sin embargo trataba de ocultarlo,pues no quería que al final todo fuera más que una simple ilusión de sus sobres pensamientos.

— Cierra los ojos. No puedes abrirlos hasta que yo te diga, ¿okey?

Aviso Hyunwoo una vez se encontraban frente a la puerta de la habitación en la que se estaban hospedando. Kihyun rodó sus ojos de forma burlona y simplemente obedeció al pedido de su pareja. Por algún motivo estaba demasiado nervioso. Su cuerpo temblaba y no paraba de pensar en lo que podría haber en la habitación. ¿Acaso era lo que él creía? Ellos... ¿finalmente lo harían? O... ¿solo es otra cosa?. No quiso pensar de más. De igual forma con cualquier cosa estaría conforme puesto que vendría por parte de Hyunwoo. Si era él,entonces todo estaría bien.

El pelinegro abrió la puerta y lo fue metiendo con lentitud para que Kihyun no se tropezara con algo. Las luces estaban apagadas sin embargo estaba la luz de las velas que minutos antes había prendido Jooheon por petición de Hyunwoo.

— huele a... — olfateó mejor — rosas — terminó de hablar con una media sonrisa. Hyunwoo sonrío.

— abre los ojos.

Pidió él pelinegro. Kihyun fue abriendo los ojos con lentitud viendo cada detalle adornado en la habitación. Sus ojos se agrandaron con asombro. Sus mejillas se habían tornado de un fuerte color a magenta. Su corazón latía con fuerza. Esas mariposas molestas revoloteaban por su abdomen. Una hermosa sonrisa se formó en su rostro.

𝘌𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘭𝘶𝘮𝘰𝘯𝘦𝘴            ▸ 𝘴𝘩𝘰𝘸𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora