La Tormenta Ignea (COMPLETO)

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Todo el grupo volvió corriendo a la azotea, y allí estaba, Leyla, impasible. Había agarrado a Bell utilizando las vides trepadoras del lugar, Logan había tratado de detenerla, pero la bruja había sido más rápida, dejándole bastante malherido. Sin duda, el chico del pelo bicolor... Nunca le había importado.

- ¡¡BELL!! – Isaac estaba horrorizado, las enredaderas estaban algo altas, al lado de la bruja, mientras permanecía flotando en el aire. Sus dedos estaban oscurecidos, y sus ojos mostraban un tono morado y malicioso... Así era realmente ella.

- Sabía que tarde o temprano llegarías... Pero decidiste permanecer oculto, en vez de ayudar a tu hija... Todo porque sabías que iba a matarte si te interponías en mis planes – Leyla se mostraba seria.

- P-Papá... - Apenas podía respirar.

- ¡Suéltala! – Megan dio un salto rápido para atacar a la bruja, pero esta le atizó con su magia, golpeándola contra el suelo.

- Megan... La famosa Megan... - Se reía – Desconozco el cómo habéis llegado tú y el resto a esta dimensión, pero... Este es el final.

- Devuélveme a mi hija... - Gruñía la vampira – O te juro que te arrancaré la cabeza.

- Oh, querida... No estás en condiciones de exigirme nada. Soy demasiado poderosa para todos vosotros, ni siquiera podríais tocarme.

- ¿¿Por qué haces esto?? ¡¡No te hemos hecho nada!! – Isaac se mostró furioso.

- Tú y tu gente habéis corrompido a mi hijo... Dándole ánimos sobre que la gente cambia, que no le tratarán como a un monstruo...

- Leyla, ellos no me han hecho nada, al contrario... Isaac y los demás me ayudaron a asentarme, las cosas han cambiado, ¡ya nadie me teme! Y estoy seguro de que a Radius, tampoco, aunque mantuviera sus poderes eléctricos... ¿No te das cuenta?

- Radius... Tú también... ¿Quieres abandonarme?

- Mira... No digo que no nos quieras, pero... Pensándolo en frío, todo lo que estás haciendo, para que permanezcamos a tu lado... Es un poco radical... Te agradezco que me hayas devuelto a la vida, pero... A lo mejor... No eres lo que necesitamos – Radius había comenzado a darse cuenta de que la forma que tenía de querer a sus hijos, era antinatural y peligrosa.

- Siento oír eso... Lo lamento de veras, pero es por vuestro bien, en un futuro os harían sufrir de nuevo, y no pienso tolerar eso... Eliminaré a todos los que se entrometan, así que este es mi último aviso. Hans... Solo tú puedes acabar con esto, ahora.

- ¡Se acabó! – Isaac, junto a Megan, corrieron para agarrar a Leyla y rescatar a su hija. El resto trataron de aportar lo máximo posible, Jenna intentaba quemar las enredaderas junto a Ignis. Pero de pronto, una rápida sombra les golpeó a todos, una especie de esfera ennegrecida les hizo golpearse la cara contra el suelo. Y cuando todavía quedaban esporas negras por el lugar... Una figura reconocible apareció.

- Como he dicho... No podéis ganar esto – Mencionó Leyla, dando paso al recién llegado.

- N-no... - Megan sintió un vuelco en el corazón, no podía creer lo que tenía delante.

- Ese es... - Isaac estaba perplejo.

- ¿Cómo coño ha llegado aquí...? – El moreno y Abi reconocieron al nuevo aliado de Leyla.

- ¿Q-quién es? – Nora se quedó extrañada.

- Hay que ver, ¿tantos problemas de tan estos debiluchos? – Le dijo a Leyla.

- Pero esto es imposible... N-no puede estar aquí, ¿verdad? – El Reverse miró a su pareja, quien estaba tan confusa como él.

- No debería.