32

188 23 16
                                    

En la madrugada, en el laboratorio de la Mansión Hatter, se había convocado a Noah y al resto de trabajadores. Todos estaban cansados, tenían sueño, pero su trabajo implicaba anhelar las horas de sueño, en parte. Era el momento de probarla, la grapa neuronal, con aquel Apex que tenían de conejillo de indias.

- ¿Está todo listo, Noah? – Shane estaba en primera fila, observando a la criatura tras el cristal.

- Sí... - No parecía estar de humor – Despertadle y salid de la sala.

- A la orden – Respondió uno de los científicos que permanecían en la habitación con el monstruo. Activaron un sonido ligeramente fuerte, para que recuperase la conciencia. El animal comenzó a mover sus extremidades, a levantarse de la camilla. Tardó pocos segundos en volverse loco, aporreando el cristal, podía notar el sonido de los corazones de Shane y el resto.

- Bueno... Es todo o nada – Cogió la tableta con la que se controlaba la grapa, activándola. Al instante, el Apex se quedó inmóvil, como en trance. Noah comenzó a darle órdenes sencillas desde la pantalla, activando ciertas zonas de su cerebro, le hizo moverse por la habitación, con calma, luego le hizo volver a subirse a la camilla – Podríamos decir... Que ha sido un éxito – Dijo, sonriendo. Todos los del laboratorio comenzaron a saltar de alegría, a abrazarse, a reír y celebrar.

- Estoy orgulloso de ti, Noah... Acabas de salvarnos de un futuro horrible – Dijo Shane, poniéndole la mano en el hombro.

- Gracias...

- No pareces muy contento, ¿te parece poco lo que acabas de conseguir?

- No, es... Es increíble, pero, hoy tengo la cabeza en otra cosa.

- Ven conmigo – Le señaló el camino hacia su despacho. Una vez dentro, cerró la puerta. - ¿Qué te ocurre?

- Ah... - No sabía qué decir.

- Vamos, oye... Puedes confiar en mí. Sé que no tenemos mucha confianza, pero debería empezar a cambiar, ¿no crees? – Le sonrió.

- Está bien, ah... Tengo un amigo, un muy buen amigo que... Bueno, hemos discutido. Últimamente está a su bola, y me parece bien, pero... Me tiene algo apartado, aunque yo tampoco es que tenga el mayor tiempo posible. Hoy me ha dicho... Que no debía seguir con el proyecto, que podía ser peligroso.

- Hm-hm. ¿Y tú que le dijiste?

- Le dije que eso quería decir que no confiaba en mí, pero, me daba la sensación de que sabía algo... Sabe que trabajo dentro de esta mansión, de alguna forma.

- ¿Crees que te ha seguido? ¿Le has dicho tú lo que estamos haciendo aquí?

- No, únicamente le dije una vez que estaba haciendo algo para los militares... Claro está que ha resultado no ser así, con esas... cosas.

- Bueno, no te preocupes... Seguro que no te lo ha dicho con mala intención, él...

- Hans, su nombre es Hans.

- ¿Hans? – Se quedó pensando un instante - ¿Puedes describírmelo físicamente?

- ¿Por qué? ¿Le acabo de meter en un problema? – Noah se preocupó.

- Noah, hay cosas que no sabes y... Bueno, hemos estado teniendo "espías", en esta zona, al parecer.

- ¿Cómo dice?

- Sí, bueno, es largo de contar, será mejor que te enseñe la única grabación que tenemos... - Giró el monitor de su escritorio, cuando encontró el archivo adecuado. En él, se podían ver a Hans y a Billy cayendo del conducto de ventilación, hacia el portal de los Apex.

- Ese.... ¡Ese es mi amigo! – Noah no podía creer lo que veía.

- Como me imaginaba... Las casualidades no existen, en el momento que me has dicho su nombre, me puse en lo peor.

- Pero cómo es posible, él... N-no lo entiendo.

- Bien... Te diré algo, el portal de los Apex, no es el único que existe, hay otros, que conducen a un mundo distinto. Del cual a veces emergen criaturas extrañas, nuestro verdadero deber es contenerlas y procurar que nada malo ocurra. ¿Me sigues?

- S-supongo... Pero, ¿qué tiene que ver Hans con esto?

- Bueno, a través de esos portales, de vez en cuando salían unas "estelas de energía", que vagaban por Cheshire, estableciendo un "enlace" con un humano. De esta manera, obtenían habilidades sobrenaturales... Tu amigo Hans es uno de esos.

- La foto... La esfera que me enseñó aquella noche... - Noah iba encajando las piezas de aquel rompecabezas.

- ¿Entonces conocías que tu amigo tenía esas habilidades?

- N-no, para nada, pero... Él me estaba pidiendo información sobre el proyecto, cuando es el primero en ocultarme cosas... - Frunció el ceño.

- Tu amigo y otros como él quedaron relegados para combatir las criaturas, ahora otras personas se encargan de ello, son más eficientes. No sé qué andarán tramando, pero, intentan conseguir información que podría perjudicar el estado de los resultados... Los Apex son muy peligrosos, no debemos dejar que nos detengan, ¿entiendes?

- Sí...

- ¿Qué vas a hacer entonces? No me gusta ser quien te ponga entre la espada y la pared, pero... Necesito saber tu respuesta.

- ...Lo haré. Voy a proteger todo nuestro avance, es por un bien común, sea mi amigo o no... Hay que pararle los pies.

- Me alegra saber que estamos en sintonía, Noah – Volvió a sonreír.

- Me dijo que pronto volveríamos a quedar, que iba a presentarme a una amiga suya... ¿Cree que...?

- Oh, sí... Desde luego, esa chica también tiene un don, y me figuro de quien se trata. Nora, una joven con el don de manipular la mente de las personas... Seguro que tratarán de manipularte y que tomes la decisión de dejar todo esto atrás... Pero tranquilo, se me está ocurriendo una genial idea.

- No... No le va a pasar nada, ¿verdad?

- Por supuesto que no... A menos que sea necesario, claro está. Mi intención es darles un pequeño "susto", para que dejen de husmear donde no deben.

- Si es así... Ayudaré en lo que pueda.

- ¡Excelente! Pues voy a necesitar que le digas de quedar, yo te daré una dirección concreta.

- Oiga, y... ¿Qué pasará después?

- ¿Después? Después podremos seguir trabajando juntos, eres un buen chico, Noah. Ojalá hubiese aprendido a tan temprana edad como la que tienes que, las amistades a veces se malogran, es parte de la vida, y... A veces toca pensar en lo que de verdad necesita uno. Tu amigo lleva demasiado tiempo pensando en sí mismo, lo sé, he tenido la oportunidad de hablar con él demasiadas veces. Quizá, vuestros caminos no deban seguir siempre la misma línea.

- Me siento... Mal.

- Y es comprensible, debes de estar hecho un lío, pero... A veces hace falta aprender en la vida a base de golpes, aunque duelan.

- Supongo que tiene razón...

- Tú céntrate en descansar ahora, mañana terminaremos con esto de una vez por todas, y recuerda, es por el bien de la humanidad. No podemos permitirnos que terceros traten de detenernos, más cuando no saben por qué lo estamos haciendo.

- ... Bien. 

La Tormenta Ignea (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora