La Tormenta Ignea (COMPLETO)

50

Tras aquella luz cegadora, Heather y Brooke se abrieron paso. Leyla había desaparecido, como si nunca hubiese estado allí, sus enredaderas desaparecieron, incluso el aire del lugar era diferente. La guardiana se acercó, con calma, al igual que su acompañante, sonrió.

- Vaya... No esperaba tener que hacer esta visita tan repentina... - Decía la chica de las dos trenzas.

- ¡Heather! – Ellen corrió a abrazarlas – Cómo te he echado de menos...

- Hola, Ellen... - Heather parecía feliz – Me alegro de verte, bueno, a todos.

- Eh, oye, ¿por qué ella no envejece? – Rogers se acercó a abrazarla – Ya te vale Heather, ¿has venido a restregarnos tu juventud infinita?

- ¿Y tú sigues ahogando gatos en las piscinas? – Se burló.

- Ah... ¿Qué? – Hans se quedó traspuesto.

- ¿Quieres saber de qué se trata? – Le dijo Kyle.

- La verdad es que para nada.

- Chico listo.

- Caray... Habéis crecido mucho... - Les decía la guardiana.

- Gracias por salvarme – Isaac dio un paso. – Creía que la guardiana de las dimensiones no interfería en casos como este.

- Lo sé, pero... Redda tiene un parásito dimensional dentro, hemos hecho algo de trampa.

- Entonces... ¿Qué le ha pasado a Leyla? – Logan se acercó, confuso.

- Ya no existe... Estaba ida, nunca estuvo en sus cabales... Siento lo que he hecho, pero...

- No te disculpes – Radius se entrometió. – Ni siquiera quiso escucharnos... Cómo puedo ser tan idiota...

- Eh, oye... Te utilizó, como a los demás – Le mencionó Logan. – Si tú eres idiota, imagínate los que sí estábamos vivos.

- Vale ya, ninguno sois idiota – Añadió Hans. – Leyla era una bruja manipuladora, y... Ya se ha ido, es lo que importa.

- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con que tu madre haya muerto de un plumazo? – Le preguntó Logan.

- Se puede, créeme – Dijo Ellen, bajando un poco la vista, sin duda ella sabía de lo que hablaba.

- Sí, pero... No era mi madre, puede que haya creado un vínculo entre Ignis, Radius y yo, pero... Leigh era mi madre, y eso jamás va a cambiarlo.

- Heather - Lein se acercó -, ¿crees que haberle dejado con vida es buena idea? – Señaló a Redda.

- No lo es... Pero, esa bruja le invocó a través de los recuerdos de Ellen... Lo saqué de aquí inmediatamente, pero, al ver que iba a matar a la hija de Isaac y Megan... Insistió en ayudar.

- Lein... - Redda se le acercó. – Sé que probablemente sea la parte que más detestas de ti mismo, y lo entiendo. Por eso quise hacer esto, supongo que buscaba... Redimirme.

- Te agradezco, bueno, todos te agradecemos lo que has hecho ahora, pero...

- Lo sé... No pretendo que me perdonéis por lo que hice, después de todo... Soy un peligro.

- Sigues siendo el mismo – Ellen se acercó, seria.

- En realidad no, puesto que aún no he hecho lo que se supone que hice, pero... En un futuro lo seré, por lo que no debo seguir aquí demasiado tiempo... Es pronto para mí, el parásito sigue durmiendo... Siento... Todo lo que te hice, Ellen – Agachó la cabeza.

- Me destrozaste por dentro, ¿entiendes? – Frunció el ceño – Hubo momentos en los que deseé estar muerta, parecía mejor salida que lo que estaba viviendo, me lo arrebataste todo... Tal vez esta sea tu forma de limpiar tu conciencia, sí, gracias por lo que has hecho hoy, pero... Eso no enmienda todo el dolor que me causaste, a mí y a todos.