30

257 22 4
                                    

Hans le envió un mensaje a Noah, diciéndole de tomar algo, y a pesar de tardar un poco, le respondió. Habían quedado en la misma cafetería de siempre, el muchacho estaba nervioso, no sabía cómo decirle que abandonase el proyecto en el que estaba trabajando, pero debía hacerlo, o de lo contrario...

- Ey – Noah llegó. - Caray, ¿qué cara me llevas? Cualquiera diría que te has caído por un barranco.

- Pues no vas mal encaminado a decir verdad... - Forzó una sonrisa.

- Oye... ¿A qué ha venido tu mensaje de "tenemos que hablar"? Creía que esos mensajes solo se lo enviaban las parejas.

- Es que... Quería hablar contigo de una cosa.

- Bien, ah... - Se sentó - ¿Ocurre algo?

- Quería preguntarte... ¿Qué me dijiste que hacías en ese proyecto tan secreto en el que trabajabas?

- Pues... Es secreto – Parecía más negado a hablar que otras veces.

- Bueno, sí, pero alguna vez me habías contado sobre algo para el ejército y demás, ¿verdad?

- Sí... El ejército – Apartó la mirada.

- Y ese proyecto... ¿Va bien? – Preguntó, preocupado.

- Mejor de lo que esperaba... Oye, Hans, ¿va todo bien?

- Sí, es que... - Entonces le llegó una notificación al móvil. Otro de aquellos mensajes, únicamente aparecían cuando se trataba de Noah. "HANS, AVERIGUA EL CÓDIGO DE SEGURIDAD DE LAS GRAPAS NEURONALES". ¿Otra vez? ¿Qué demonios era una grapa neuronal? ¿Quizá el nombre de lo que utilizaría Noah en un futuro para los Apex?

- Siempre te llegan mensajes cuando estamos juntos, ¿tienes un amante o algo así? – Se burló.

- Sí, ya te gustaría – Le siguió la broma, luego ignoró el mensaje.

- Bueeeno, suéltalo ya. Vamos.

- Vale, ah... Creo que... Deberías... No sé... Dejar el proyecto.

- Espera, ¿¿qué?? ¿P-por qué? – Quedó muy extrañado.

- No, oye, sé que suena...

- ¿Hans a qué puñetas viene eso? Si ni siquiera sabes qué es lo que hago – Se puso molesto.

- Te dije que trabajar con militares es... Peligroso.

- Y de nuevo, yo te digo: No tienes ni idea de cuál es mi trabajo, sí... - Respiró profundamente – Si pudiese decírtelo, créeme, estarías orgulloso, de lo que voy a lograr en un tiempo.

- No lo digas muy en voz alta... - Murmuró – Oye, es... Un mal presentimiento, creo que algo de lo que trabajas ahí... Podría salir mal, ¿sabes?

- Oh, ¿es que no confías en mí? ¿Eso has venido a decirme? – La conversación se estaba torciendo.

- Oye, no... No pretendo ofenderte, ni dudar de ti, es que... Estoy preocupado, por favor, no sigas con eso...

- Joder, Hans... Eres... Increíble. O sea, tienes una corazonada de que algo va a salir mal, ¿y solo por eso tengo que abandonar este proyecto? ¿Cómo puedes ser tan egoísta?

- No soy egoísta, solo... Solo escúchame, ¿vale? – De nuevo, otro mensaje entró en su móvil. "NOAH ESTÁ DEMASIADO CIEGO, NO PUEDES HACER NADA POR ÉL" – Joder, ¿por qué sigue pasando esto?

- ¿Otra vez esa persona? Tío, cualquiera diría que ocultas algo.

- No oculto nada, yo... Esto no ha sido buena idea – Se levantó.

La Tormenta Ignea (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora