Capitulo 35

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Lucas tranquilamente observo el gran árbol que se posaba frente a él, camino en círculos alrededor de este, miro a todos lados buscando otro árbol que cumpliera con las características, pero no había ninguno solo estaba ese árbol.

- Necesito un poco de la resina de este árbol. – Lucas hablo para sí mismo y saco de su bolso un pequeño cuchillo mágico y una botella de cristal.

La magia de Lucas comenzó a cubrir el cuchillo que en reacción a su magia entabló un color blanco o para ser más específicos una combinación plateada con rojo, sin lugar a duda un artículo sumamente hermoso, cuando la punta del cuchillo toco levemente la corteza del árbol este mismo ejerció una corriente de aire descomunal.

La mirada sorprendida de Lucas se hizo evidente, de inmediato deposito más mana al cuchillo y siguió ejerciendo presión intentando penetrar la corteza, el rostro de Lucas empezaba a escurrir ligeras gotas de sudor.

- Mierda... - Lucas gimió ejerciendo más mana.

Al momento de que el cuerpo empezó a tambalear por la fuerza, una última corriente de aire soplo con una brutalidad extrema haciendo que Lucas perdiera el equilibrio y saliera lanzado por esta, unos 250 metros fue la distancia que recorrió debido a la potencia, su cuerpo reboto contra la superficie ocasionando que por el golpe recibido perdiera el poco aire de sus pulmones, permaneció ahí tirado en el suelo jadeando con dificultad aproximadamente por una hora.

Cuando finalmente recobro la compostura y con el ego humillado, se levantó y rompió el cuchillo junto a la botella con su magia, su ira estaba implacable que camino lentamente hacia el árbol mientras creaba fisuras en el suelo blanquecino.

- He vivido por siglos y ninguno... no más bien ninguna persona o animal ha podido tocarme, pero. – Lucas miro al árbol mientras su magia se desbordaba. - ¡Un maldito árbol se atrevió a burlarse de mí!

Lucas extendió su mana y creo un enorme circulo mágico que rodeo todo el árbol de la vida, en cuestión de segundo todo se volvió intenso y la luz cegaba, el mago solo sonreía burlonamente.

Cuando el hechizo termino al costado del mago cayo una rama de tamaño promedio este rio victorioso. – Hmph Estúpido árbol.

La sonrisa de Lucas se desvaneció al momento que observo como el árbol de la vida permanecía intacto con excepción de su rama perdida, estaba completamente frustrado, pero tomo en sus manos la rama.

- Eres un árbol cruel pero justo. – Agito la rama en señal de agradecimiento.

Cuando se disponía a irse observo el lugar por ultima vez hasta que noto a lo lejos un pequeño mana que florecía del árbol de la vida, así que de un salto llego hacia ese sitio al momento que sus manos tocarían ese mana el árbol lo cubrió en señal protectora.

- He sido prudente con tu comportamiento mocoso humano. – La voz gruesa y varonil resonó por todo el lugar.

Lucas miro anonado en busca del causante de esa voz. - ¿Quién eres y donde estas?

- ¿Quién soy yo? – La voz rio sonoramente. – Humano soy el árbol al que atacaste sin ninguna consideración, ¿te has puesto a pensar el daño que le causaste al reino de Obelia con tus grietas y golpes?

- Tsk ¿Dañe o lastime a la princesa de Obelia?

- No le pasa nada a la princesa, pero – parloteo el árbol.

- Entonces da igual a quien haya dañado mientras no sea ella la involucrada.

- La princesa y el emperador, mis maestros preciados volvieron a reencontrarse nuevamente. – La voz del árbol se volvió afectuosa.

¡Debo sobrevivir del Tirano!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora