Capitulo 34

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No importaba ya, mi razón y mis acciones por fin se habían unido en una perfecta sincronía, mire directamente a los ojos a Claude, respire hondo y trague saliva apreté mi mandíbula con fuerza hasta que por fin articule las palabras.

- Yo no soy parte de este mundo y tu eres solamente el antagonista que da paso a la trama del personaje principal que es tu hija Athanasia, perteneces a la historia de Princesa Encantadora. – Miré a Claude estupefacto y sin esperar mas proseguí. – yo era una estudiante universitaria que leía novelas coreanas traducidas por fans para fans, yo adoraba leerlas y tú eras jodidamente hermoso, pero no eras mi tipo, mi vida era normal y ordinaria, una noche me fui a dormir para levantarme temprano y tomar mis clases del día siguiente, sin embargo, jamás pude despertar en mi mundo, desperté siendo una bebé en un lugar en el cual no conocía y descubriendo que tenia nuevos padres fue muy aterrador saber que no estaba en casa.

- ¿tu sabias que esto iba a pasar?, ¿sabias todo desde el principio de mi vida y esas cosas?

- Sabía que tu matarías a Anastacius serias emperador te enamorarías de la bailarina de Siodonna Diana, tendrían una hija, pero ella muere en el parto y dejarías abandonada a tu hija por 5 años hasta que por fin se reencuentran y sucede toda la novela... yo no planeaba interponerme más en esta historia, yo vivía felizmente con mi nueva familia sin embargo Claude solo fui yo quien retorció esta historia cuando llegue a este mundo y condene a las personas que amaba.

- Alice, ¿recuerdas tu anterior nombre?

- Yo... me llamo... yo no lo recuerdo ¿lo he olvidado?

- La historia ya estaba torcida desde antes que tu llegaras, si Aeternitas o Anastacius están aquí y Diana es una princesa y no una bailarina era porque ellos habían movido sus cartas mucho antes de que llegaras y tu Alice eres la jugadora de poker no deseada en la mesa, si no recuerdas tu nombre o tu anterior vida pasada no importa, porque en este momento eres Alice Alger de Obelia la mujer que decía que yo no era su tipo pero resulto en cinta de este emperador idiota y que esta a mi lado en estos momentos, tal vez dios te mando a hacerme feliz y que en estos momentos nos hace los protagonistas de esta historia, ¿no lo crees?

- Idiota. – Abrace a Claude con todas mis fuerzas, por su parte él acaricio mi cabeza con gentileza.

- Alice, debemos encontrar a Anastacius y a quien este involucrado con ellos... pero por el momento debes descansar, ¡Félix! – Grito Claude mientras sostenía de la cintura a Alice.

Félix llego al momento abriendo las puertas del salón siendo seguido por Carlos que tomo a Alice de la mano.

- Princesa ¿Ha ocurrido algo? – Hablo Carlos en un tono preocupado.

- No es nada Carlos, todo esta bien puedes estar tranquilo.

- ¿Tranquilo? Maestra como puede decir eso si sus ojos están ligeramente hinchados y su rostro luce cansado, el emperador no tiene la delicadeza de tratar así una mujer en cinta y mas que es la princesa imperial que tendrá a las futuras estrellas del imperio.

La mirada provocativa mas bien retadora de Carlos se hizo descarada en un Claude que se notaba molesto a su provocación, pero mantuvo la cordura hasta el ultimo momento añadiendo las siguientes palabras haciendo que Carlos estallara en cólera.

- Vaya con cuidado y descanse lo suficiente... mi amor. – Claude se acerco a Alice besando sus labios con delicadeza dejándola sonrojada y dejando a un Félix anonado.

- ¡¿Cómo se atreve a tocar a mi maestra?! – Exclamo Carlos desenvainando su espada.

Carlos miro en dirección a su maestra que caminaba a paso presuroso dejándolo solo, el caballero miro por ultima vez al emperador y se fue del lugar, una vez estando solos Claude se sentó y miro a Félix.

¡Debo sobrevivir del Tirano!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora