Capítulo 40

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El túnel emana un ligero ruido derivado de los pasos presurosos de aquellas 4 personas, cuando estaban a punto de llegar al final el único hombre que acompañaba a las mujeres se detuvo abruptamente al notar que su maestra se había detenido, los ojos del castaño observaron con asombro lo que sucedía mientras una sonrisa nerviosa salía de su rostro.

Las dos mujeres corrieron a socorrer a la joven mujer que permanecía estática con las piernas ligeramente separadas, Clara la mucama personal sujeto del brazo a la mujer rubia.

- ¿Es una jodida broma? – Habló Carlos mirando de arriba abajo. – Los jóvenes maestros sí que quisieron añadirle un toque de suspenso a esta escena... Mierda.

- Señorita, ¿Está a punto de dar a luz? – Miro Lilian a Alice con cierta preocupación.

- Tenía dolores, pero ahora se ha roto la fuente, yo aguantaré el dolor así que podremos salir.

- ¡Señorita! Usted ya estaba en labor de parto. – Dijo Clara con una preocupación evidente.

- Clara, debemos hacer que la señorita tenga a los príncipes aquí.- Habló Lilian.

Carlos observaba con frustración, suficiente tenía con proteger a las mujeres presentes, pero para añadirle la cereza al pastel su maestra se encontraba en labor, pero no era un parto normal, se había dicho que cuando llegara ese día estaría con servicio de doctores, santos y magos, porque estos nacimientos serian sumamente difíciles. El castaño volvió a observar a la mujer en cinta estaba sumamente pálida como si en cualquier segundo podría desfallecer, Carlos sabía algo y claramente no la dejaría parir en este túnel ya que corrían el riesgo de la perra como así llamaba este hombre a Diana podría romper este pasadizo y dejarlos enterrarlos bajo los escombros, pero otro problema se acercaba y era el cómo podrían salir, si la propia Alice estaba perdiendo su magia como un pequeño fósforo.

- El dolor solo será mental...- Carlos murmuro para si mismo y con su magia activa comenzó a crear diferentes círculos mágico-posados en la salida cerrada del túnel de inmediato su magia comenzó a destruir las gigantes piedras dejando pasar una violenta corriente de agua del lago, el hombre preparó otro círculo mágico y creó una explosión que quitó bruscamente toda el agua del lago, el castaño comenzó a jadear bruscamente y miró a las mujeres, pero en especial a Alice.

- No voy a permitir que usted dé a luz en lugar donde arriesgue su integridad, así que la llevare cargando a un lugar donde yo considere seguro. – Carlos se acercó a Alice y la cargó entre sus brazos mientras salían del túnel.

- Cuanto lo siento. – Hablo Alice lo suficiente para ser escuchada por las 3 personas que la protegían.

- Estamos con usted señorita, no debe disculparse. – Habló Clara sonriendo.

- Vaya el lago está completamente vacío, se siente algo raro. – observó Lilian con asombro.

- Nunca me agrado esas aguas tan oscuras, es como una petición para que el emperador agregue agua cristalina, ¿no lo cree, señorita York? – Carlos fijó su mirada en Lily.

- Apruebo su idea, Conde. – Rio levemente Lily acompañada de una sonrisa ligera de parte de Carlos y una Alice cansada.

- Esperen, no es momento de que empieces a cortejar a la señorita Lilian, hermano – Observo seria Clara a su hermano.

- Clara, cierra esa boca incómodas a Lily. – Carlos fulmino con la mirada a su hermana.

- ¿Dijiste Lily? Desde cuándo eres tan descarado. – Hablo con estupefacción Clara junto a la mirada de una curiosa Alice y una ruborizada Lily.

¡Debo sobrevivir del Tirano!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora