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꧁ Omnisciente ꧂
Sebastian ya no es capaz de seguir viendo como Lilith se mantenía demasiado cerca del joven. Si Lilith lo besaba una vez más, en cualquier momento perdería los estribos e iría para estampar su puño en el rostro del chico. Maldijo entre dientes y se alejó del ventanal sin querer ver más. Rápidamente caminó hacia su cocina, necesitaba un buen trago.
Chris observó una última vez a la chica antes de seguir a su mejor amigo. Al entrar, elevó las cejas con impresión al ver como Stan indagaba en los gabinetes de su cocina, hablaba y gruñía entre dientes. Sacó una gran botella de algún vino cualquiera y en vez de sacar una copa, simplemente la abrió y le tomó un gran sorbo que duró varios segundos.
—Vaya. Había olvidado como actuaba un Sebastian celoso.— murmuró intentando no reír al ver como Stan alejaba la botella de sus labios y hacía una mueca por el repentino sabor fuerte y dulce.
—Cállate.— Stan escupió relamiendo sus labios. Chris rió.
El rumano no quiso escuchar sus burlas y salió de la cocina aún con la botella en mano, se dejó caer con cansancio en su sofá y volvió a tomar otro sorbo del líquido amargo y dulce.
—¿Que esperabas Stan?— Chris ladeó la cabeza con una sonrisa.
Sebastian no respondió. Tan solo hizo todo lo posible por no perder los estribos y cometer alguna estupidez.
—Lilith es joven y guapa. Que no te sorprenda si todos los de su edad se mueren por ella. Además... sabes que no lo hago con afán de ofenderte y creo que eres un hombre atractivo. Pero... ¿Por que Lilith estaría con alguien que está a punto de cumplir los cuarenta?—
Sebastian rió en un suspiro sin gracia y optó por tomar más vino en vez de responderle.
—No lo pregunto por ofender.— Chris insistió.
—Pues si me ofendiste, Evans.— gruñó con molestia. —¿Por que haría algo así? Carajo...—
Evans negó en total desacuerdo una vez más. De repente, los pasos de alguien lo alertaron, Stan rápidamente escondió la botella de vino que lo acompañaba.
—Oh... no sabía que estaban aquí. ¿Hace cuánto llegaron?— Gemma le preguntó a ambos, mirándolos con curiosidad.
—No hace mucho.— Evans respondió sonriente.
—Gemma, ¿Por que no me avisaste que vendrían tus... amigos?— Sebastian relamió sus labios.
—Lo siento. Fue de imprevisto, Lilith llegó con Sean y preferí que sería mejor estar aquí.— su hija respondió sin darse cuenta lo que había dicho, tan solo se encogió de hombros.
