ᴛᴇ ɪᴜʙᴇꜱᴄ

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꧁ Omnisciente ꧂


—Necesitas reposo por lo menos un par de días. Se presentarán ardores que pueden calmarse con antibiótico. También puede que se presente un ligero sangrado...— la enfermera explico y le ofreció toallas femeninas, Lilith las tomó. —Si el sangrado es abundante, es importante que regreses lo más antes posible.—

Lilith asintió.

—Gracias.— agradeció con una pequeña sonrisa.

El rumano agradeció igualmente y tomo su mano, entrelazando sus dedos para por fin salir de aquella clínica.
Le ayudó a subir cuidadosamente a su auto y tambien subió a este para comenzar a conducir.

A pesar de todo, la tranquilidad se hizo presente en ella. Sentía el aire acariciar su rostro por la ventana abierta, ya no sentía miedo o culpa. Sabía que no sería fácil vivir con aquella experiencia que jamas pensó que llegaría a vivir, pero por alguna razón no le preocupaba. Pero mientras lo pensaba mas, se daba cuenta de cual era la verdadera razón.

—Nunca pensé en la posibilidad de ser mamá.— confesó de repente, interrumpiendo el cómodo silencio.

Sebastian la miró por un momento antes de seguir viendo el camino. Tomo una de sus manos , queriéndole comunicar que tenía toda su atención.

—Quizá cuando era mas joven quise formar una familia pero... se me fueron las ganas después de todo lo qué pasó con Raquel y Antoine.— sonrió con cansancio sin dejar de mirar el camino y sentir el aire en su rostro. —No quería... heredarle mis traumas a mi hijo o hija. Si voy a traer  un hijo al mundo... ¿Por que hacerlo sufrir, no?— se encogió de hombros irónicamente y lo miró, esperando su respuesta.

El rumano sonrió y asintió, dedicándole otra mirada.

—Muy cierto...—

—Creo que tomé la decisión correcta.— Lilith asintió, con una pequeña sonrisa Ya que se sentía mejor al admitirlo.

La sonrisa del rumano se ensanchó con sus palabras y con esa sonrisa que ella por fin presumía.

—Estoy orgulloso de ti.— afirmó sin dudarlo y acerco su mano para besarla, dedicándole una dulce mirada.

Lilith se quedó en silencio, analizando al rumano de una manera peculiar ya que tenia su ceño fruncido y una sonrisa confusa que su semblante. 

—¿Que?— el rumano sonrió con extrañeza.

—Soy una estúpida.— Lilith dijo, sin borrar esa sonrisa confusa y sin dejar de analizarlo con sus ojos bicolor.

—¿Eh?— el rumano volvió a mirarla, sin entender el porque de aquella confesión.

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora