ᴛʜᴇ ʟᴇᴛᴛᴇʀ

627 52 30
                                    

≫──────°❅•❀•❅°──────≪

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

≫──────°❅•❀•❅°──────≪


꧁ Omnisciente ꧂


Sentir sus labios de nuevo fue como si un gran alivio llegara a ella después de un largo tormento. Lo mismo para el, quien le fue imposible no suspirar complacido al percatarse que la extrañaba más de lo que pensaba. La extrañaba en todos los sentidos.

Se dejó besar, el rumano la besaba con delicadeza y cuidado, tomando su rostro entre sus manos mientras su cálido toque acariciaba sus mejillas. Pero en aquellos momentos la incomodidad pudo más que ella.

Bajo la mirada de repente, deshaciendo el beso entre ambos. Sebastián presionó sus labios en una línea, maldiciendo para sus adentros ya que lo que menos quería era incomodarla después de hacerla sentir tan mal. Se mantuvo en silencio y juntó sus frentes con cuidado, ambos cerraron los ojos.

—No deberías estar aquí...— Lilith susurró sin alejarse de él.

—Quiero estar aquí.— Stan susurró de vuelta. —Me importas, muñeca.— el rumano no dejó de tomar sus mejillas entre sus manos, manteniendo sus rostros cerca.

—Si pero no deberías...— la chica frunció el ceño notoriamente y negó, alejando su rostro del suyo. Intentó alejar sus manos ya que no tenía intenciones de ceder a su cálido toque, pero Stan insistió.

—Nena...— Sebastián intentó hablar, aún tomando su rostro.

—Deberías estar con Camila y Gemma. Ellas son tu familia, ellas...— Lilith negó y desvió la mirada sintiéndose terriblemente observada por sus intensos orbes azules. —Vete, Sebastián.—

—No.— Sebastian negó con el ceño levemente fruncido. —No me voy a ir. No pienso dejarte sola otra vez, y menos si estas así de mal. Por favor...—

—¿Por que haces esto? No lo entiendo.— Lilith lo interrumpió. Sebastian la miró aún más confundido. —¿Por que estas conmigo? Yo no... no te entiendo, de verdad. ¿Por que te fijaste en mi en un principio?—

—Lilith... n-no te entiendo...—

—¿Por que estas aquí? Es obvio que Camila quiere estar contigo pero tú en cambio, estás aquí... con la amiga de tu hija. No deberías estar aquí, tienes que irte...—

Sebastian estaba por responderle pero notó que el pitido que marcaba su pulso incrementaba su velocidad conforme ella hablaba ansiosamente.

—Lilith, nena... cálmate por favor...— trato de pedir un tanto nervioso por el insistente pitido.

—Sebastián, v-vete por favor, vete.— Lilith ignoró por completo sus súplicas y cubrió su rostro con sus manos, comenzando a desesperarse por los latidos acelerados de su corazón más aquel irritante pitido.

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora