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꧁ Omnisciente ꧂
Lilith se removió y sus ojos poco a poco se abrieron, un sonido en particular la había despertado de su profundo sueño. Tal fue su sorpresa al darse cuenta que aun no amanecía, ya que el cielo estrellado podia verse por el ventanal de la lujosa habitación de hotel. Presto atención al sonido, dándose cuenta que era el sonido de la ducha.
Suspiró con tranquilidad y estiró su cuerpo entero, gimiendo levemente por la placentera sensación. Estiró su brazo para tomar su teléfono y ver la hora. Casi media noche.
Dejo de mirar un momento la pantalla y centro toda su atención el en techo, dejando que sus pensamientos volaran. No pudo evitar morder su labio con una inmensa sonrisa al recodar lo bien que Sebastian la había hecho sentir horas atrás. Definitivamente cumplió su cometido.
De solo recordar como se sentían sus manos y la fría sensación de las fresas paseándose por su cuerpo, siente un escalofrío recorrerla entera. Rápidamente volvió a prestarle atención a su teléfono, recordando aquella foto que le tomó al rumano.
De nuevo sonrió mordiendo su labio cuando la foto apareció en su pantalla. El rumano lucía sumamente atractivo sin siquiera intentarlo. Cuando escuchó el sonido de la ducha detenerse, volvió a dejar su teléfono a un lado y espero pacientemente a que el saliera de la otra habitación.
De nuevo sonrió cuando la puerta del sanitario se abrió, dejando ver al rumano con sus cabellos húmedos y desacomodados, desnudo pero con una toalla alrededor de su cadera.
—Despertaste.— Sebastian interrumpió sus pensamientos pecaminosos, elevando las cejas con una sonrisa.
—Hola.— Lilith saludó sonriente apoyando su peso en sus codos. —¿Dormí mucho?—
—Solo media hora.— Sebastian se encogió de hombros a la vez que secaba sus cabellos con otra toalla. Se acerco a ella y le dedicó una encantadora sonrisa. —¿Que tal dormiste?— preguntó y se inclinó para besar sus labios gustoso.
—Muy bien.— Lilith respondió de igual manera. Le sonrió antes de que el se alejara de nuevo para vestirse.
—La pase muy, muy bien. Pero...— la chica suspiro, el rumano le daba la espalda ya que se miraba al espejo mientras seguía secándose, mordió su labio al ver su abdomen bien formado en el reflejo del espejo.
—¿Pero...?— el rumano la sacó de su ligero trance.
—¿Que explicación le daremos a Gemma después de todo esto?— Lilith preguntó, se levanto de la cama y se colocó su ropa interior para retomar su camino hacia el, colocándose detrás suyo.
