ᴍʏ ꜰᴀᴜʟᴛ

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꧁ Omnisciente ꧂



—¿Que se siente?—

—¿Q-Que...?—

—Amar a alguien. ¿Que se siente?—

—Es... es lo mejor que te puede pasar en la vida. Ver a esa persona y saber que solo ella te hace sentir vivo. Que solo ella te hace ver que no todo es malo en tu vida, es... indescriptible.—

Sebastian no había podido dejar de pensar en aquella conversación en particular que tuvo con la hermosa chica. Su mente se encargaba de torturarlo, haciéndolo recordar como Lilith dejó muy en claro que no ha sentido amor por alguien, ni por el. No pensó que algo así le dolería hasta lo mas profundo de su pecho, aunque debió saberlo. Lo que sentía al verla sonreír si significaba algo, lo que sentía al escucharla reír o sentir sus carnosos labios sobre los suyos significaba mucho mas de lo que pensaba.

Las inseguridades en el regresaban golpeándolo con fuerza. Se preguntaba que había hecho mal en la vida como para sufrir en algo que le era tan necesario, amor. Le era necesario sentirse amado, le era necesario sentir qué hay alguien que se preocupa por el, que ve por el y apoya todas sus decisiones sin importar que. Se preguntaba que había hecho mal.

Jamás le fue infiel a Camila. En sus diecisiete años de matrimonio procuró respetar su relación ya que no tenia motivos para no hacerlo. La amó desde el primer momento que sus labios se tocaron y aquel sentimiento se intensificó cuando tuvo a su primera y única hija entre sus brazos, a pesar de no haber planeado absolutamente nada.
Camila lo era todo para el, pero con el paso de los años, se dió cuenta que ella no sentía lo mismo por el.

El no era una prioridad para ella.

Y la historia se repetía por segunda vez. Lilith no sentía lo mismo por el, ella no sentía su estómago bailar cuando lo veía sonreír o no deseaba verlo solo para escucharlo hablar y ver su blanca dentadura y aquel hoyuelo que adornaba su mejilla. Chris tenia razón, ¿Por que una mujer tan joven y hermosa, con tantas cosas por vivir, se fijaría en un hombre como el? Un hombre claramente fracasado en el amor, sin otra cosa interesante sobre el y apunto de llegar a los cuarenta.

Se sentía patético.

Sin darse cuenta ya se encontraba escondido tras las paredes de su despacho en su oficina, escondiendo su sentir mientras miraba su computador lleno de trabajo para evitar pensar en ella, aunque le era difícil, imposible mejor dicho. Sin darse cuenta aquel Sebastián inseguro y decaído había vuelto.

Por otro lado, Gemma caminaba de un lado a otro con la puerta de la oficina de su padre frente a ella, terriblemente nerviosa ya que habían pasado un par de días y creía que era hora de contarle sobre su noviazgo.
Maldijo para sus adentros y por fin pudo juntar las agallas.

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora