ᴛᴏʙᴀᴄᴄᴏ & ᴡɪɴᴇ

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꧁ Omnisciente ꧂


Lilith suspiró pesadamente al terminar de estacionar su auto fuera de la casa de su mejor amiga. Podía sentir los nervios y emoción en la boca de su estómago.

—Ahora vuelvo...— afirmó tomando su puerta para abrirla.

—Voy contigo...— Sean afirmó quitando su cinturón, Lilith hizo una mueca.

—No, mejor... quédate aquí. No me quedaré allí, solo vine por Gemma. No tardo...— asintió tratando de persuadirlo para que accediera.

Sean la miró no muy convencido.

—¿Crees que esté su padre allí? Es que siento que no le caigo muy bien y no se porque...— Sean mordió su labio, mostrando que se encontraba algo incómodo al mencionarlo.

Eso espero.

—Supongo, es su casa.— Lilith sonrió con obviedad, contagiando al castaño. —Ahora vuelvo, no tardo.—

Salió de su auto suspirando con alivio al lograr su cometido con Sean. Mientras caminaba hacia la puerta de la casa, acomodaba sus cabellos discretamente, asegurándose de tener un buen aspecto al llegar.
Relamió sus labios antes de tocar el timbre, esperando impaciente al que le abriría.

Sebastian, quien no había notado quien había llegado a las afueras de su casa, caminó hacia la puerta tomando una calada del cigarrillo entre sus labios antes de abrirla. Hizo todo lo posible por no toser y expulsar el humo por su boca al encontrarse con ella.
Lilith lucho contra el deseo de sonreírle, tan solo le dedicó una diminuta sonrisa.

—Buenos días, señor Stan. ¿Puedo pasar? vengo por Gemma.— sus ojos bicolor lo miraron intensamente.

—Nena.– Stan saludó expulsando el humo de su boca lentamente.

Lilith centró su mirada en los labios del rumano que terminaban de expulsar el humo, jamás pensó que una acción tan simple y dañina como fumar le parecería atractiva. El verlo nuevamente a los ojos, pudo notar que Stan prácticamente la desnudaba con la mirada. Carraspeó para llamar su atención.

El rumano elevó la mirada y frunció levemente el ceño. Lilith hizo un gesto con discreción, agradeció mentalmente que Stan haya entendido su señal, ya que miró detrás de ella. Contemplo como Sean se encontraba en su auto, mirando su teléfono despreocupadamente.

Tensó la mandíbula con fastidio.

—Pasa, preciosa.— relamió sus labios y llevó el cigarro nuevamente a sus labios. Se hizo a un lado para dejarla pasar, aprovechando para hacer una mueca de disgusto al ver a Sean en su auto.

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora