ᴡʜɪᴛᴇ ᴡᴀʟʟꜱ

639 53 65
                                    

≫──────°❅•❀•❅°──────≪

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

≫──────°❅•❀•❅°──────≪


꧁ Omnisciente ꧂

Camila junto con sus cosas, había decidido llevar consigo un viejo álbum lleno de fotos de la pequeña familia que formó hace veintitrés años. Supuso que Gemma querría verlo después de tanto y era justo que lo que estaba haciendo.

—Papá... ¿Por que nunca me dejaste tener un perrito?— Gemma cuestionó, mirando una foto entre sus dedos donde aparecía ella misma, solo que mas pequeña y parecía acariciar a un cachorro callejero.

—No es que no te dejara, solo que no podíamos cuidar uno, amor. Contigo era suficiente.— el rumano hizo una mueca, recibiendo un gesto de pocos amigos de parte de su hija.

—¿Y me dejarás adoptar uno ahora que ya soy una niña grande?— preguntó, moviendo sus cejas con malicia.

–¿Ah si? ¿Y quien va a cuidarlo, eh?— Sebastian elevo una ceja.

—Ah... ¿Pues yo?—

—Aja, ¿Y quien lo va a cuidar cuando yo me vaya a la agencia y tú a la universidad?— Stan cuestionó de nuevo.

La sonrisa emocionada de su hija desapareció.

—Oh.—

El rumano rió.

—Recuerdo que cuando eras pequeña, nos rogabas que te compráramos un unicornio.— Camila comentó entre risas, igualmente observando las fotos a un lado de su hija.

—¿Un unicornio?— Gemma rió.

—Mhm. Pregúntale a tu papá.— Camila asintió, mirando fugazmente al rumano.

—Todas las navidades y cumpleaños llorabas por tu preciado unicornio.— el rumano asintió sonriente, recordando los berrinches que tenía que calmar. —Pero, se te olvidaba con los juguetes y dulces que dábamos, así que todo siempre estuvo en orden.—

—¡Oye! ¡Entonces nunca me regalaron mi unicornio!— Gemma se quejó, haciéndolos reír a ambos. —¡No se rían! ¿Que tal que por eso tengo serios problemas de salud mental?—

—No. Yo tengo serios problemas de salud mental por aguantar tus berrinches por casi once años.— Sebastian corrigió, sonriendo al ver como ambas reían.

—Extrañaba mucho esto.— Gemma dijo cuando dejó de reír y miró a sus dos padres con una reluciente sonrisa. —Pasar tiempo con ustedes, sin peleas ni... ignorarse el uno al otro.—

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora