ꜱᴍɪʟᴇ

741 48 20
                                    

≫──────°❅•❀•❅°──────≪

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

≫──────°❅•❀•❅°──────≪


꧁ Omnisciente ꧂


Las constantes vibraciones de su celular fueron las causantes de despertarla repentinamente. Gruñó con molestia y abrió los ojos poco a poco, estiró su brazo para tomar su teléfono de la mesita. Mientras restregaba su ojo, miró la pantalla.

Su fastidio creció más al ver el nombre de su madre. Había estado llamándola una y otra vez durante todo el viaje.

Decidió ignorarla como de costumbre y volvió a dejar su teléfono en la mesa. Soltó un profundo suspiro sintiéndose extrañamente cansada, aunque había dormido tan bien.
Giró su rostro y la tranquilidad llegó a ella al verlo a su lado.

Stan dormía cómodamente, sus ojos se encontraban cerrados como si nada le importara por el momento. Su rostro no lucía demandante e intimidante como siempre lo hacía. Esta vez lucía suave, casi de una manera angelical que ella nunca había visto en un hombre.

Llevo su mano cerca suyo y con sus dedos acarició su mejilla con cuidado de no despertarlo. Sus dedos sintieron la suavidad y curiosa sensación de los pequeños cabellos en sus mejillas. Con uno de sus dedos trazó su mandíbula marcada. Sus dedos tomaron su barbilla partida, acariciándola de igual manera. Suspiró sin poder creer ver a alguien con ese atractivo de tan cerca.

Decidió tomar por completo su mejilla, su pulgar haciendo lo mismo que hacía segundos antes, sintiendo su piel bajo su cuidadoso tacto.

El rumano acurrucó su rostro contra su mano, como si fuera un gatito buscando las caricias de su dueño. No pudo evitar sonreír al tener tal hermosa imagen frente a ella. Se acercó comenzando a dejar besos por su hombro hasta llegar a su mejilla donde repitió la acción, esta vez si quería despertarlo. Tenía muchas ganas de ver esos ojos azules brillantes por el sol de nuevo.

El rumano sonrió con la placentera sensación y poco a poco abrió sus ojos. Lilith al notar aquello, se separó sin dejar de acariciar su mejilla.

—Hola...— saludó sonriente.

—Hola.— Stan respondió cerrando sus ojos un momento por la repentina luz en sus ojos. Tampoco pudo evitar sonreírle al verla. —¿Como dormiste?—

—Muy bien. Aunque... me duele un poco el cuerpo.— Lilith susurró, haciendo una mueca al achicar sus ojos.

—Hmmm... seré más suave la próxima vez.— Stan cerró sus ojos y los abrió con lentitud, el también se encontraba sumamente cansado.

𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡...   ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora