𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡... ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

ꜰᴜᴄᴋɪɴɢ ᴀᴍᴀᴢɪɴɢ

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꧁ Omnisciente ꧂

Lilith se miraba atentamente al espejo mientras terminaba de acomodar sus cabellos color caramelo. Inclinó su cabeza a un lado e hizo a un lado los cabellos que cubrían parte de su cuello, encontrándose con una mancha rojiza. Una sonrisa adornó su semblante al recordar cómo aquella mancha había llegado a su piel. Se termino de arreglar y salió de la habitación.

Bajo las escaleras mientras que con la mirada buscaba a su mejor amiga, sin encontrarla por ningún lado. Se asomó discretamente por el ventanal que daba a la piscina. En cambio, se encontró con el.

El rumano se acercaba a la orilla de esta y tomaba un vaso de vidrio para darle un sorbo a su bebida. 
Mordió su labio pensando en lo increíblemente guapo que lucía al hacer cualquier cosa como tomar una bebida.

Salió de la casa poco a poco acercándose a él. Sebastián al mirarla, inmediatamente sonrió. Su mirada se paseó por todo su cuerpo, sus piernas descubiertas gracias a los pa átalo es cortos. Pero, su sonrisa se ensanchó aun más al ver como la chica portaba su camisa, esta prácticamente le quedaba como una especie de vestido.

—Miren nada más...— mordió su labio sin dejar de admirarla.

—¿Te gusta? Me dio pereza ir por mi ropa a mi habitación y la tomé.— Lilith tomó el borde de la camisa y se la mostró, posando ligeramente con una leve sonrisa.

—Te queda mejor que a mi.— Stan murmuró sonriente, se acercó a la orilla cruzándose de brazos sobre esta sin dejar de mirarla.

Lilith le dedicó una bella sonrisa e igualmente se acercó, se sentó en la orilla y metió sus pies al agua.

—¿Sabes donde está Gemma?— le preguntó observando con atención como el rumano se le acercaba más y se colocaba entre sus piernas.

—Salió muy temprano con Erik.— Stan le respondió inclinándose para dejar un beso en uno de sus muslos, Lilith sonrió de costado.

—Hoy te toca trabajar ¿No?— preguntó, las cálidas y húmedas manos del rumano comenzaron a acariciar sus muslos.

—En un par de horas iré, no creo que Gemma venga para ese entonces así que... ¿Que te parece si me acompañas?— sus brillantes ojos azules la analizaron con atención.

—Me encantaría.— Lilith asintió gustosa.

—Es más, ¿Por que no acompañas a darnos un baño? Nos caería bien...— ladeó la cabeza en espera de recibir un su como respuesta.