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꧁ Omnisciente ꧂
Diecinueve años atrás...
—¿Te queda bien? ¿No te queda grande?— Sebastián le peguntó a la pequeña, asegurándose de que el suéter escolar que usaba le quedara a su medida.
La pequeña Gemma asintió en silencio.
—¿Ahora como quieres que te peine? ¿Dos coletas o una?— le preguntó, acachándose frente suyo y acomodando la falda de su uniforme.
Gemma solo se encogió de hombros.
—¿Dos coletas? Sé que te gusta que mamá te peine así...— el rumano elevó una ceja con una sonrisa ladina.
—Es que...— Gemma intentó negarse pero rápidamente se arrepintió. Solamente pudo negar con un pequeño puchero.
—¿No que, amor?— el rumano preguntó con una sonrisa confusa.
—Es que a mami le salen bien. A ti te salen chuecas...— Gemma susurró, sus dedos tomaban el borde de su falda y se negaba a mirar a su padre por vergüenza.
El rumano elevó una ceja.
—Oh.— fue lo único que logró decir.
Gemma juntó sus manos detrás de su espalda y miró a su padre con timidez.
—Tienes razón...— el rumano mordió su labio. —¿Te parece si te pongo moños y ya?—
El rostro de su hija cambió casi de inmediato y asintió con rapidez y una reluciente sonrisa.
—Perfecto.— el rumano sonrió gustoso y besó su mejilla sonoramente.
Se alejó un momento de ella para abrir los cajones de su closet y buscar los dichosos moños que Gemma adoraba utilizar.
—¿Los morados o los rosas?— preguntó.
—¡Los rosas!— Gemma pidió con emoción, haciéndolo sonreír.
Tomó los moños que su hija le pidió y volvió a cerrar el cajón. Se acercó a su pequeña hija y se agachó a su altura, cuidadosamente tomó los mechones de sus cabellos y los acomodó para después sostenerlos con aquel moño que tenía un broche, hizo lo mismo con el otro mechón. Cuando acabó sonrió ampliamente mientras peinaba sus cabellos castaños.
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𝐎𝐡, 𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡... ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ
Fanfic𝐇𝐚𝐲 𝐮𝐧 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐢𝐧𝐝𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐩𝐭𝐢𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐛𝐥𝐞. -𝐌𝐚𝐫𝐤 𝐓𝐰𝐚𝐢𝐧 ⋆.ೃ࿔*:・