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꧁ Omnisciente ꧂
Aunque el adoraba sentir sus carnosos labios acariciar los suyos, quiso separarse para mirarla de nuevo a los ojos. Hizo a un lado los cabellos que cubrían el costado de su rostro y observó sus ojos con total atención. De nuevo notaba aquellas pequeñas franjas de color miel en la mancha verdosa de su ojo. Podría pasar horas admirando cada parte de sus ojos y estaba seguro que encontraría algo más escondido en los dos colores que predominaban en estos.
—Eres preciosa.— sonrió complacido, tomó su mejilla con su mano y acarició su piel con su pulgar.
La chica solo pudo dedicarle una bella sonrisa. Se inclinó para besarlo de nuevo, se removió ligeramente cuando sintió sus grandes manos tomar su cintura. Ya que aún se encontraba sobre el, la mantenía cerca en todo momento, tomando su cintura o envolviendo sus fuertes brazos alrededor de esta. Jadeó sobre su boca cuando sintió sus dedos tomar el elástico de la parte superior de su traje de baño, ya que solo portaba aquella prenda y una camisa holgada sobre esta.
—M-mm...— Lilith negó e intentó separarse de sus labios. —No tendré sexo en la playa.— negó rotundamente.
—¿Por que no? Es un lugar muy cómodo a mi parecer...— el rumano molestó con una ligera sonrisa burlona, sus cálidas manos comenzaron a acariciar sus muslos.
Lilith rio a la vez que negaba. Se enderezó aún estando sobre el, observando al rumano debajo de ella.
—¿En donde quieres hacerlo, entonces?— preguntó, la chica apoyó sus manos en su pecho y el volvió a tomar su cintura para sostenerla sobre el.
—No lo se. No suelo planear mis encuentros.— sonrió de costado, haciéndolo reír levemente.
Su risa ronca la hizo sonreír. Disfrutando ver su reluciente dentadura, llevó sus dedos a los botones de su camisa y los desabrochó uno por uno. Mientras tanto, el la miraba con atención, había una pequeña sonrisa en sus labios.
Esta se ensanchó cuando desabrochó completamente su camisa, no dudó en acariciar su torso bien formado con sus manos. Mordió su labio sin dejar de sonreír.
—Esa siempre ha sido mi fantasía, ¿Sabes?— Stan suspiró con tranquilidad, sus manos que acariciaban su abdomen lo relajaban. —Hacerlo en la playa...—
—Suena interesante... pero no sucederá.— Lilith negó, sonriéndole con cierta inocencia.
Stan la observó unos cuantos segundos en silencio. Aún teniéndola sobre el, se enderezó, quedando completamente sentado.
