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꧁ Omnisciente ꧂
Sebastian observaba con atención como la hermosa chica se vestía despreocupadamente, sin ninguna prisa. El se encontraba recostado en la cama sin dejar de mirarla, prestando atención a sus acciones. Aquel era el ultimo día que pasarían Miami, y ciertamente, no quería que se terminara.
Solo ella era capaz de hacerlo sentirse libre y vivo como hace mucho tiempo no lo hacia. No quería que todo eso terminara, no estaba listo para regresar a hacer todo a escondidas de nuevo, porque aunque sea se sentía libre al estar a su lado caminando por la playa.
Lilith sentía su intensa mirada pero no escuchaba su voz, aquello la confundió. Giró su rostro mirándolo sobre su hombro, sonriéndole con el ceño fruncido.
—¿Que?—
—Quiero tomarte más fotos.— Stan le respondió sin dejar de sonreírle.
—¿Otras?— Lilith rió al verlo extrañamente relajado.
—Otras.— Stan asintió. Se removió entre las sábanas para acercarse a ella, colocándose detrás suyo. —Tal vez está será la única vez en mucho tiempo que volvamos a venir y pasar el tiempo, pasarla bien...— susurró cerca su oreja, haciendo a un lado los cabellos que cubrían su hombro para después besarlo.
—¿O sea que no será la última vez?— Lilith sonrió mordiendo su labio, retorciéndose levemente bajo las caricias que Stan le proporcionaba.
—Eso tenlo por seguro.— sonrió sobre su piel.
Lilith rió con sus palabras, se giró para atrapar sus labios bastante gustosa por besarlo. El rumano respondió complacido. Tomó su rostro entre sus manos y poco a poco se recostó atrayéndola a él para que se colocase sobre su anatomía. Lilith sintió sus manos cálidas tomar su cintura. Después de besarlo unos segundos más, se separó poco a poco de él, mirándolo con una bella sonrisa.
—¿Como quieres que sean las fotos?— preguntó sonriente.
El rumano sonrió complacido y tomó sus cabellos para esconderlos detrás de su oreja, admirando por unos segundos sus facciones delicadas.
—En la playa.— respondió esperando su reacción.
Lilith elevó una ceja.
—No me voy a desnudar en la playa, Sebastián.— afirmó con seriedad aunque sonrió al escuchar la risa del rumano.
—No así. Aunque no es mala idea...— relamió sus labios dedicándole una mirada coqueta, Lilith solo rodó los ojos. —Con cualquier cosa que te pongas está bien, si quieres podemos ir por un vestido o algo. Tengo que tomarte fotos en la playa si o si.—
