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꧁ Omnisciente ꧂
—Frumoasă...—
—¿Que?— preguntó con una ligera sonrisa, deseando escucharlo una vez más.
—Hermosa en rumano.— Stan susurró, sonriéndole encantadoramente.
Pudo notar la impresión en sus gestos, pero aún así nada podía borrar la pequeña sonrisa en sus labios. La chica se giró para encararlo, sintiendo detrás de ella la mesa de la cocina.
—Dilo otra vez...— pidió mirándolo con sus orbes brillantes.
Sebastian la miró impresionado ante su petición, pero no la haría esperar. Relamió sus labios con lentitud y llevó sus manos a su rostro, tomándolo con estas para mirarla con atención.
—Esti cea mai frumoasa femeie pe care am vazut-o vreodat...—
La voz del rumano resonaba en su mente una y otra vez, recordando como sus cumplidos en rumano la hicieron sentir en su momento. Dos días sin verlo a como estaba acostumbrado. Ha pasado otra noche sin que pudiera conciliar el sueño, se notaba que realmente estaba cansada física y mentalmente.
La poca tranquilidad que sentía mientras escuchaba musica y hacia sus tareas a solas, fue interrumpida. Sus ojos bicolor observaron intensamente a su ex-novio, Sean, quien se sentó frente a ella en la extensa mesa.
Suspiró pesadamente y quito sus audífonos, dejándolos a un lado.
—¿Que quieres?— preguntó sin cuidado alguno.
—Como parte del comité estudiantil, es mi deber avisarte que ganaste el concurso de fotografía. Felicidades.— Sean murmuró, extendiéndole un sobre sobre la mesa.
Lilith observó el sobre y volvió a mirarlo completamente seria.
—Okey. Ya te puedes retirar.— le restó importancia y volvió a colocarse sus audífonos, pero cuando iba a colocarse el segundo, su voz la detuvo.
—Te escuché hablar con Julia ayer.—
Lilith volvió a suspirar, su mano tomó su bolígrafo con fuerza ya que comenzaba a molestarse.
—No solo con joderme la reputación aquí, ¿Ahora me espías? ¿Que sigue, Sean?— le sonrió sin nada de gracia al chico frente a ella, aunque por dentro no le faltaban las ganas de golpearlo. —Vete al demonio.—
—Ese hombre desconocido del que hablabas con ella realmente te rompió el corazón ¿Verdad?— Sean ignoró su molestia y le sonrió de costado. —Estoy seguro que es el mismo con el que me engañaste en Miami.—
